Una nueva disputa entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el gobierno nacional, representado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, alcanzó un nuevo nivel de tensión con el anuncio de un paro de colectivos por tiempo determinado. La medida iniciaría el próximo 6 de mayo, afectando a más de 300 líneas en todo el país.
Según lo expresado por el sindicato, el próximo paro se fundamenta a partir del fracaso de las negociaciones salariales y al vencimiento de la conciliación obligatoria, sin que se haya alcanzado un acuerdo con las cámaras empresariales del transporte. La UTA mantiene una firme postura de que si no se presenta una propuesta concreta en la audiencia del 5 de mayo en la Secretaría de Trabajo, la huelga se llevará a cabo sin excepciones.
¿Es posible un acercamiento?
El conflicto también se enmarca en el cambio de gestión dentro del Ministerio de Transporte, con la salida de Franco Mogetta y el ingreso de Pierrini, lo que agrega incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones. Sectores del gobierno nacional creen que la decisión de la UTA de avanzar con el paro refuerza la presión sobre la administración de Milei.
Por estos motivos, Francos solicitó a la UTA que suspenda temporalmente la medida de fuerza. Argumentó que “estamos con un cambio de secretario de Transporte y tal vez sería un buen momento de suspender unos días el paro y sentarnos con el nuevo secretario para analizar el tema y ver qué alternativas podemos encontrar para solucionar el problema”.
Para el funcionario, la designación de Luis Pierrini como secretario de Transporte abre una nueva oportunidad para reiniciar el diálogo y buscar alternativas que eviten el paro. Sin embargo, todo indica que las próximas horas serán decisivas para evitar un conflicto de intereses que impacte en los ciudadanos, abriendo una nueva instancia de negociación.
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