Recientemente, el Gobierno argentino denunció la existencia de una presunta red de espías rusos en el país, detectados por la SIDE. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, se trataría de un grupo que estaría operando en favor de intereses geopolíticos de Moscú, en estrecha colaboración con argentinos y en contra del gobierno de Javier Milei.
Según el vocero presidencial, el grupo de espías trabajaba a través de la creación y difusión de contenidos en redes sociales. No obstante, la acusación generó una inmediata y enérgica respuesta de la Embajada de Rusia en Buenos Aires, que desmintió los señalamientos y exigió explicaciones oficiales.
La denuncia oficial
En palabras de Adorni, la SIDE identificó a cinco ciudadanos rusos vinculados a una organización denominada “La Compañía”, presuntamente relacionada con el Proyecto Lakhta: una red de influencia digital atribuida al oligarca ruso Yevgeny Prigozhin. Según el Gobierno, el objetivo de esta estructura sería desarrollar campañas de desinformación, influir en ONG locales, organizar focus groups y recolectar información política sensible.
Entre los señalados, se encuentran Lev Konstantinovich Andriashvili e Irina Iakovenko, a quienes se acusa de liderar la operación desde Argentina. Adorni sostuvo que estas actividades representan una amenaza a la soberanía nacional y subrayó que “Argentina no será sometida a la influencia de ninguna otra nación”.
En paralelo, aprovechó la oportunidad para destacar la importancia de la creación del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) en la órbita de la Policía Federal, medida anunciada ayer por el presidente Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La respuesta desde Moscú
Frente a estos sucesos, la Embajada de la Federación Rusa respondió con un duro comunicado. En su respuesta, calificó las declaraciones como infundadas y “parte de una manía de espionaje” que busca dañar las relaciones bilaterales.
En paralelo, negó que los ciudadanos mencionados estén registrados en su sección consular y solicitó formalmente al Ministerio de Relaciones Exteriores argentino que aclare el estatus legal de los implicados. “Lamentablemente este no es el primer intento de perjudicar las relaciones ruso-argentinas”, subrayó Moscú.
Este reciente episodio se produce en un contexto de creciente alineamiento con Estados Unidos y Europa. Además, los comentarios emergen luego del lanzamiento del Departamento Federal de Investigaciones (DFI), inspirado en el modelo del FBI. No obstante, para Rusia, la falta de detalles públicos sobre la investigación y la difusión de información sensible en una conferencia de prensa abren interrogantes sobre la credibilidad del anuncio.
Un contexto incierto para la SIDE
La noticia sobre los espías rusos llega en un momento muy particular para la SIDE. El organismo ha estado en el centro del debate público tras la filtración de un supuesto Plan de Inteligencia Nacional, un documento que técnicamente detalla objetivos estratégicos de los servicios de inteligencia argentinos, incluyendo la vigilancia de políticos, periodistas, economistas y movimientos sociales.
Si bien el Gobierno nacional ha desmentido estos objetivos alternativos, la polémica en torno a la SIDE y su accionar continúa en auge. Principalmente, porque trascendió una orden directa y secreta, firmada por el director general de Operaciones de la SIDE, Diego Kravetz, de enero de este año, que aplica el Plan.
Recientemente, Neiffert descartó acusaciones sobre espionaje a periodistas y opositores políticos, en defensa del Plan de Inteligencia Nacional (PIN). La reunión de donde surgieron los dichos se realizó en la sede de la Secretaría de Inteligencia, donde el titular del organismo de inteligencia del Estado argentino expuso por dos horas ante los miembros de la Comisión Bicameral, encabezada por el Senador Martín Lousteau (Unión Cívica Radical).
Asimismo, los datos de presupuesto abierto del organismo de inteligencia permiten observar que el total de dinero para la ejecución de sus funciones aumentó en más de 80 mil millones de pesos, tras la asignación de presupuesto. En el mes de mayo, se sumaron más gastos reservados, inexplicados, en el marco de la Secretaría a cargo de Sergio Darío Neiffert, quien se desempaña como Secretario de Inteligencia de Estado. Según los datos del presupuesto abierto del organismo de inteligencia nacional, en un mes, la Secretaría gastó el 94% del presupuesto asignado para gastos reservados, de $13.500 millones.
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