El uso del “abanderamiento” de China en la pesca ilegal – El caso de Argentina

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La tendencia de los últimos años sobre el “flagging in” o “abanderamiento” en torno a la pesca internacional ha tenido a China como usuario frecuente, haciendo uso de la misma para evitar que sus acciones sean tildadas como pesca ilegal. En las tres últimas décadas, China ha mantenido más de 6.000 buques en aguas lejanas, en algunos casos manteniéndose en aguas internacionales a lo largo de las fronteras marítimas de otros países y haciendo incursiones ocasionales en mares nacionales.

El uso hoy día del abanderamiento es un enfoque menos agresivo por parte de Beijing, pagando para que sus barcos puedan navegar bajo pabellón de países de América del Sur o África y el Pacífico y pescar en sus aguas nacionales sin riesgo de conflictos políticos. 

Fuente: Radio Nacional de Colombia

El flagging in o abanderamiento consiste en eludir las prohibiciones impuestas a los buques extranjeros, asociándose con locales y dándoles una participación mayoritaria en el negocio. Así, las empresas chinas registran sus buques bajo bandera de otro país y obtienen permiso para pescar legalmente en sus aguas territoriales.

China y la pesca ilegal: una práctica documentada

En simultáneo a esta práctica, China a veces suele vender o alquilar sus barcos a empresas o gobiernos locales, pero sin dejar de tener el control cuando deben llevarse a cabo decisiones estratégicas o dividir los beneficios de la pesca. 

Lo cierto es que la mayoría de los gobiernos exigen que los buques que navegan por sus aguas territoriales sean de bandera local, con el objetivo de mantener los beneficios dentro del país. Pero no todos están interesados en promover sus industrias extractivas como la pesca, y el abanderamiento claramente socava estos objetivos así como también la soberanía de los Estados. 

Claro está que China mantiene un amplio historial de denuncias por pesca ilegal. En los últimos seis años, más de 50 buques con banderas de países distintos, pero controlados por empresas chinas, se han visto implicados en delitos de este tipo, según una investigación del Outlaw Ocean Project.

Buques chinos pescando en el Pacífico. Fuente: Global Times

Hoy, casi 250 buques que navegan bajo bandera local en aguas de países como Micronesia, Kenia, Ghana, Senegal, Marruecos e incluso Irán, están controlados por empresas de China. La violación de las leyes internacionales de la pesca por parte de Beijing ha sido múltiples veces documentada, así como también se ha convertido en un país acusado de intimidar a otros barcos o invadir el territorio nacional de otras naciones. 

“Las flotas chinas faenan lejos de las costas chinas, y el crecimiento de sus pesquerías amenaza con exacerbar el ya alarmante agotamiento de las poblaciones mundiales de peces”, destacaba un informe de 2022 del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense. 

El ejemplo de Argentina y el abanderamiento chino

La práctica del “abanderamiento” no es de uso exclusivo por China; empresas pesqueras estadounidenses e islandesas ya lo han hecho. No obstante, China es el país que más uso le da a esta práctica a medida que va ampliando su control sobre la pesca mundial. 

Argentina, en múltiples ocasiones, ha sido un país víctima de casos de pesca ilegal por parte de China, acusando al gigante asiático de traspasar su Zona Económica Exclusiva.

Un claro ejemplo ocurrió el 14 de marzo de 2016, cuando se detectó un buque procedente de China pescando ilegalmente en aguas argentinas. Cuando este buque, llamado Lu Yan Yuan Yu 10, intentó colisionar con la embarcación guardacostas, se abrió fuego contra él y se hundió. 

Vistas del mapa argentino y su Zona Económica Exclusiva Argentina, junto a cientos de buques fuera de la milla 200. Fuente: Infobae

Este buque era uno de los 11 de pesca de calamar chinos que la Armada argentina perseguía por sospecha de pesca ilegal desde 2010, según el gobierno. No obstante, en 2017 se anunció que Argentina concedería licencias de pesca a dos buques propiedad de la misma empresa china, navegando bajo bandera argentina a través de una empresa pantalla local.

Aunque esta decisión parecía violar la normativa argentina, también le concedía licencias a operadores con antecedentes de pesca ilegal. Esta práctica de flagging in o abanderamiento, aunque contradictoria, es cada vez más común en todo el mundo.

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