Con más del 40% del suelo aún sin cosechar en algunas partes de la zona núcleo, hay una fuerte preocupación entre los productores argentinos por el exceso de lluvias que no permite avanzar con la trilla, afectando a la calidad del grano.
En plena campaña de cosecha de la soja de primera, las lluvias de las últimas semanas han impedido la recolección del cultivo, e incluso el temor a nuevas precipitaciones ha forzado a muchos productores a acelerar la cosecha, pese a que la humedad en grano estaba lejos de su nivel óptimo.
A medida que pasa el tiempo, el cultivo se encuentra cada vez más vulnerable y las pérdidas por desgrane van en aumento.
A estos problemas a nivel de lote, el estado de los caminos generan dudas al momento de trasladar la mercadería. Entre otros inconvenientes, se registraron pérdidas en el rinde en soja que estaba lista para cosechar, pero no que no pudo recolectarse, ya que no podían ingresar las cosechadoras.
Debido a esto, el rinde promedio de la región fue de 42 qq/ha, lo cual representó una caída semanal de 2 qq/ha.
En el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fé, todavía quedan por trillar más de la mitad de la soja de primera y, según relevaron en distintas localidades, hay cada vez más problemas por dehiscencia y hongos como Cercospora.
Esperanzas en el clima
A pesar de esto, según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se esperan condiciones óptimas para avanzar en la cosecha de soja debido a la llegada de un frente frío que permitiría avanzar con la campaña.
Por otro lado, el frío también juega un papel crucial en la lucha contra la chicharrita del maíz, un insecto que ha preocupado al sector por su expansión en territorio argentino.
En este contexto, la Bolsa de Comercio de Rosario mantiene su estimación de 50,5 Mt de maíz para Argentina, con una reducción del 11,4 % atribuida a la presencia de la chicharrita, aunque no descarta que este porcentaje pueda aumentar.
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Fuente: Infocampo; Bolsa de Comercio de Rosario
