En una entrevista exclusiva del ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera, a CNN Brasil, el funcionario confirmó que el país contará con un centro antiterrorista con el apoyo del FBI para recopilar inteligencia contra Hezbolá en la Triple Frontera con Brasil y Argentina. “Hemos declarado a Hezbolá como organización terrorista, no solo a los hombres armados, sino a todos los miembros del partido”, afirmó, enfatizando que Paraguay colabora estrechamente con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.

Según Riera, la unidad estará ubicada en Asunción, con 15 oficiales entrenados por el FBI que estarán destacados en el lado paraguayo de la Triple Frontera. El centro antiterrorista también trabajará contra el crimen organizado, ya que “el terrorismo y el crimen organizado están vinculados; uno se financia al otro”.
Por estos motivos, Riera subrayó que habrá más contacto con el ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, y la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, en relación con la Triple Frontera. Más que nada porque la supuesta existencia de células terroristas en la Triple Frontera es objeto de debate desde principios de los años 2000, con impacto directo en el turismo de Foz de Iguazú, Ciudad del Este e Iguazú.
El accionar del gobierno argentino
La cartera, liderada por Patricia Bullrich, busca profundizar los esfuerzos realizados hasta el momento para combatir el crimen organizado transnacional. Puntualmente, la región de la Triple Frontera ha sido considerada vulnerable frente a la amenaza directa que supone el crimen organizado y el terrorismo. Debido a ello, el actual Gobierno de Javier Milei ha impulsado diversas medidas.
Por un lado, el Ministerio de Seguridad Nacional aprobó el “Plan Guacurarí”, un operativo de control y vigilancia en la frontera, específicamente en Bernardo de Irigoyen y las localidades brasileñas de Dionisio Cerqueira y Barracão. También se anunció un nuevo acuerdo con Paraguay y Brasil para blindar la Triple Frontera como una actualización del Acuerdo Interministerial de Cooperación Policial del Comando Tripartito de la Triple Frontera.

Sobre este último, la cartera de Seguridad Nacional destacó que “en los últimos años la Triple Frontera se consolidó como uno de los epicentros más peligrosos para las redes criminales internacionales”. Puntualmente, afirmó que “en la zona operan organizaciones dedicadas al narcotráfico, el contrabando y otros delitos graves y se ha detectado un preocupante crecimiento de células terroristas como Hezbolá, consideradas una amenaza directa para la seguridad regional“.
Las distintas medidas comenzaron a implementarse luego de que Estados Unidos anunciara que ofrecía una recompensa de hasta 10 millones de dólares para cualquier información sobre actividades terroristas del grupo Hezbolá en la Triple Frontera. El programa “Recompensa por Justicia”, administrado por el Servicio de Seguridad Diplomática estadounidense., solicitaba información que conduzca a la identificación de donantes, facilitadores financieros, instituciones bancarias, empresas fachada y esquemas criminales que beneficien económicamente a Hezbolá.
Concretamente, Estados Unidos comunicó el ofrecimiento de una recompensa por información que conduzca a la identificación e interrupción de:
- Una fuente de ingresos para Hezbolá o sus principales mecanismos de facilitación financiera.
- Donantes o facilitadores financieros de Hezbolá
- Instituciones financieras o casas de cambio que faciliten las transacciones de Hezbolá
- Empresas o inversiones que sean propiedad de Hezbolá o de sus facilitadores financieros o estén bajo su control.
- Empresas fachada dedicadas a la adquisición internacional de tecnología de doble uso en nombre de Hezbolá
- Planes criminales en los que participan miembros y simpatizantes de Hezbolá , que benefician económicamente a la organización.
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