Estados Unidos y China anunciaron este lunes la implementación de una reducción recíproca de aranceles que estará vigente durante 90 días, en un intento por desactivar la escalada proteccionista que paralizó más de 600 mil millones de dólares en comercio bilateral. El acuerdo fue alcanzado durante un encuentro de alto nivel celebrado en Ginebra entre funcionarios estadounidenses y chinos, el primero de estas características desde el regreso de Donald Trump a la presidencia.
Según informó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, Washington reducirá las tarifas sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que Pekín hará lo propio con las mercancías estadounidenses, bajando sus aranceles del 125% al 10%.

“Ambos países representaron muy bien sus intereses nacionales. Compartimos un interés común en un comercio equilibrado”, aseguró Bessent al término de las conversaciones. “El consenso fue claro: nadie quiere una ruptura total. Lo que ocurrió con estos aranceles excesivos fue un embargo de facto, y ambas partes desean volver al comercio”, agregó.
Impacto inmediato en los mercados
La noticia provocó un repunte en los mercados bursátiles: el dólar se fortaleció y los futuros de Wall Street subieron con fuerza. Las acciones de gigantes tecnológicos como Tesla, Apple, Nvidia y Meta se dispararon en operaciones previas a la apertura, al igual que firmas de consumo como Nike, Walmart y Ulta Beauty.
El grupo danés Maersk, uno de los mayores operadores marítimos del mundo, celebró la medida como “un paso en la dirección correcta” y expresó su esperanza de que se transforme en un acuerdo permanente que aporte previsibilidad a las cadenas logísticas internacionales.
Alcances y limitaciones del acuerdo
El entendimiento contempla no solo la reducción de aranceles implementados desde abril, sino también la eliminación de algunas órdenes ejecutivas en Estados Unidos que habían elevado los derechos de importación hasta niveles récord. No obstante, las tarifas impuestas antes de esa fecha, así como las medidas vinculadas al combate contra el fentanilo —uno de los argumentos esgrimidos por Trump para justificar la guerra comercial—, permanecerán vigentes.

Del lado chino, Pekín se comprometió a eliminar contramedidas no arancelarias adoptadas desde abril, como la inclusión de tierras raras en su lista de exportación controlada y ciertas investigaciones antidumping. Sin embargo, las restricciones impuestas con anterioridad, incluyendo la investigación a Google y el bloqueo a empresas estadounidenses del sector defensa y tecnológico, no se verán afectadas por esta tregua.
Contexto político y estratégico
El acuerdo marca un respiro en una relación bilateral que se había deteriorado rápidamente tras el retorno de Trump a la Casa Blanca. En solo cuatro meses, el presidente estadounidense reinstaló una política arancelaria agresiva y suspendió los beneficios fiscales para pequeños envíos desde China bajo la regla “de minimis”, afectando particularmente al comercio electrónico.
El propio Trump celebró el pacto en su red Truth Social como “un reinicio total” de la relación comercial, mientras que su representante comercial, Jamieson Greer, calificó las conversaciones sobre la crisis del fentanilo como “muy constructivas”, aunque aclaró que se desarrollan en un canal paralelo.
Perspectivas de corto y mediano plazo
A pesar del alivio inmediato, analistas advierten que la medida es temporal y deja áreas sensibles sin resolver, como los sectores de medicamentos, semiconductores y acero, donde Estados Unidos planea mantener una estrategia de reequilibrio.
Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management en Hong Kong, consideró que el acuerdo superó las expectativas: “Esperaba que las tarifas bajaran solo hasta el 50%. Esto es una señal muy positiva para las economías de ambos países y para el comercio global”.
Por ahora, las empresas disponen de una ventana de 90 días para adelantar operaciones antes de una eventual reanudación del conflicto. Según un informe de Societe Generale, se espera una “aceleración significativa” de los flujos comerciales durante este período.
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