El Gobierno de Polonia confirmó que su ejército intervino luego de detectar maniobras sospechosas de un buque ruso, identificado como parte de la “flota fantasma”. De acuerdo a la información revelada, el mismo se encontraba en las proximidades del cable eléctrico submarino SwePol, que conecta a Polonia con Suecia.

En este sentido, fue el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien informó que, tras la intervención militar, el barco se retiró hacia un puerto ruso. El mismo fue observado realizando movimientos inusuales cerca del cable submarino de 600 megavatios que une Ustka, Polonia, con Karlshamn, Suecia. La Armada polaca desplegó el buque hidrográfico ORP Heweliusz para investigar el área, mientras que un vuelo de patrullaje logró disuadir al navío ruso.
Este incidente se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de las infraestructuras críticas en el Mar Báltico. Desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, se registraron múltiples casos de daños a cables eléctricos, líneas de telecomunicaciones y gasoductos en la región. Las autoridades europeas sospechan que la “flota sombra” rusa podría estar involucrada en actos de sabotaje, aunque Moscú negó tales acusaciones.
No solo Polonia, otros países europeos tomaron medidas contra la “flota fantasma” rusa
Durante el pasado mes de abril de este corriente año, las autoridades de Estonia incautaron al buque petrolero KIWALA, vinculado a la “flota fantasma” de Rusia, mientras navegaba cerca de sus aguas territoriales en el mar Báltico. El buque se dirigía al puerto ruso de Ust-Luga y operaba bajo bandera de Yibuti.

Anteriormente, Alemania incautó el buque petrolero Eventin, de bandera panameña, sospechoso de formar parte de la flota fantasma rusa en el mar Báltico. El buque, que transportaba aproximadamente 100.000 toneladas de petróleo crudo valoradas en más de 40 millones de euros, fue incautado tras quedar a la deriva.
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