Tras un gran año para Vaca Muerta y con favorables perspectivas para este año, resulta pertinente preguntarse si la Argentina, puede, factiblemente, convertirse en una potencia petrolera, a partir de las reservas de Vaca Muerta. Sobre todo ahora, ante el complejo escenario al que se enfrenta Medio Oriente, región estratégica para el mercado de reservas de petróleo crudo y gas. El conflicto armado escalado entre el Estado de Israel y la República Islámica de Irán impactó directamente en los mercados internacionales, provocando la suba en el precio del petróleo y otros commodities metálicos, lo que afecta principalmente a los países productores y exportadores energéticos y petroleros.
Jorge Ángel Harker, analista de mercados internacionales de Adcap Grupo Financiero, recalcó que el corriente año “transcurre con una intensa volatilidad en los mercados internacionales, marcada por el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente, las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos y las perspectivas energéticas para países como la Argentina”. Harker advirtió los riesgos que tendría para la economía mundial, el hecho de que Irán cierre el estratégico Estrecho de Ormuz, espacio clave para el comercio global de petróleo crudo.
Pese a ello y ante un mundo lleno de conflictos e inestabilidad geopolítica, más anárquico que nunca, las perspectivas para el escenario local son positivas. Jorge Ángel Harker, de hecho, señaló que “el sector energético argentino va a vivir un boom en los próximos años, con más inversiones en Vaca Muerta”. Al respecto, cabe resaltar que, tan solo en el primer trimestre del año, Vaca Muerta alcanzó un nuevo hito en la producción de petróleo y gas, fortaleciendo su rol como plataforma clave para la transición hacia un país exportador de Gas Natural Licuado (GNL). De hecho, Pan American Energy (PAE) tiene un proyecto que promete potenciar las exportaciones de Vaca Muerta, a través de la construcción del gasoducto más grande del país. El rol de firmas y empresas, como PAE, resulta fundamental para impulsar el potencial de Vaca Muerta y en este caso, en particular, para hacer del Gas Natural Licuado argentino una plataforma de exportación y desarrollo energético.

Asimismo, el 2025 se posiciona como un año clave para Vaca Muerta, marcado por una multiplicidad de inversiones en el sector. Gracias al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el Gobierno Nacional, como así también al “Plan Argentina LGN” acordado entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y el Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), de Italia, Vaca Muerta ha sido objeto de grandes inversiones.
Por otra parte, Rystad Energy sostiene que los nuevos proyectos de Gas Natural Licuado (GNL), las mejoras en la infraestructura petrolera y el aumento en la producción, que sólo en el mes de marzo, registró un aumento del 26% interanual (con una representación de 447.000 barriles por día), posicionan a la Argentina como una potencia energética en ascenso. De hecho, estos números de crecimiento, registrados por Rystad Energy, se producen en un momento de expansión marginal en el número de nuevas perforaciones. Lo que, en realidad, evidencia una mayor eficiencia en lo que respecta a la explotación de los pozos ya existentes. No obstante, con la ampliación de los sistemas de transporte, esta situación comenzó a revertirse lentamente, desde el mes de abril, permitiendo una mayor producción para los próximos meses.

Durante el primer trimestre de este año, Rystad destacó que Vaca Muerta concentró el 43% de las operaciones de adquisición y fusión de petróleo y gas en América Latina, posicionándose y consolidándose como la región productora más dinámica de la industria regional. Sin embargo, es necesario resaltar que, si bien el país se posiciona favorablemente en el mercado petrolero mundial, gracias a las reservas de shale oil y shale gas con las que cuenta, radicadas principalmente en los yacimientos de Vaca Muerta, aún le queda mucho por recorrer antes de consolidarse como una potencia petrolera. Si el país, lograra acercarse a 800 o, incluso, 900 mil barriles diarios, ello sería un gran avance en términos de posicionamiento regional e internacional. Dado que, podría convertir a la Nación Argentina en un importante jugador en este mercado. El camino es largo pero pareciera ser que la Argentina va por buen camino.
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