El Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, continúa impulsando una agenda firme en la lucha contra el crimen organizado y el control de fronteras, ahora junto a Chile. Este viernes, la titular de la cartera se reunirá con su par chileno, Luis Cordero, en el marco del encuentro del Mercado Común del Sur (Mercosur), donde ambos firmarán un acuerdo de cooperación en seguridad.
La llegada de Cordero a Buenos Aires comenzó el día jueves con un recorrido por el Centro de Monitoreo Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí conoció el funcionamiento del Sistema Integrado de Seguridad Pública, que busca fortalecer sus mecanismos de respuesta ante emergencias.
Ambos países buscan crear una comisión binacional para abordar problemáticas coomplejas en materia de seguridad, como el terrorismo, el crimen organizado y el tráfico de armas. Se espera que el foco también esté puesto en la seguridad en eventos masivos y el control de las barras bravas, un desafío que Chile enfrenta con preocupación tras recientes episodios de violencia en estadios.
Estrategia integral en materia de seguridad
El encuentro con su par de Chile se suma a una serie de medidas que Bullrich, y el Gobierno argentino en sí mismo, ha tomado en los últimos días para reforzar la seguridad nacional. Entre ellas, la entrega de más de 400 armas decomisadas al Ministerio de Seguridad para fortalecer la lucha contra el crimen organizado. Esta acción responde a la necesidad de equipar a las fuerzas de seguridad con recursos adecuados para enfrentar a las organizaciones delictivas.
Asimismo, ante la amenaza del terrorismo en la Triple Frontera, Argentina ha endurecido los controles fronterizos y las restricciones de ingreso al país. La región, que históricamente ha sido un punto de preocupación por la posible presencia de grupos extremistas, ahora cuenta con un refuerzo en la vigilancia y medidas más estrictas para garantizar la seguridad nacional.
En paralelo, el gobierno ha modificado la política migratoria, endureciendo las condiciones de ingreso y permanencia en el país. La nueva normativa establece mayores controles en las fronteras y restricciones en el acceso a la ciudadanía y a servicios públicos, con el objetivo de prevenir el ingreso de personas con antecedentes penales y fortalecer la seguridad interna.
¿Cooperación bilateral?
La agenda de Bullrich con Cordero, aunque aún desconocida, posiblemente refleje la estrategia que impulsa actualmente la administración de Milei. Cabe preguntarse si efectivamente se logrará un acuerdo bilateral en la materia, reforzando las fuerzas de seguridad de ambos países.
La reunión con Cordero y la posible firma de un acuerdo binacional marcan un nuevo paso en esta dirección. Sin dudas, la agenda de lucha contra el crimen organizado del Gobierno argentino se ha convertido en una verdadera política de Estado. Lejos de ser medidas aisladas, el control de fronteras, la cooperación internacional en seguridad y el endurecimiento de las normativas migratorias responden a una estrategia más amplia para garantizar la seguridad nacional.
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