En medio de los planes del gobierno nacional de profundizar el control en las fronteras del país, el paso fronterizo de Aguas Blancas, en la provincia de Salta, se torna noticia por la construcción del alambrado perimetral y las necesidades que aún restan sanear. Aunque la construcción de este alambrado ya ha finalizado en el marco del Plan Güemes, su puesta en funcionamiento aún está pendiente.

Frente a este contexto, el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, ha advertido que la falta de medidas complementarias podría incentivar el uso de rutas clandestinas, como la Finca Karina, ubicada a solo dos kilómetros del cruce oficial. Este paso ilegal ha sido señalado como un epicentro de contrabando y circulación de mercancías sin control aduanero. Según Zigarán, la ausencia de inspecciones en la zona ha permitido el desarrollo de una “aduana paralela”, donde se realizan transacciones sin supervisión de las autoridades.
El impacto en el comercio y la seguridad
Mientras se espera la puesta en marcha del cerco fronterizo, el Concejo Deliberante de Aguas Blancas ha impulsado un proyecto para declarar a la localidad como “Ciudad del Comercio Fronterizo”. El objetivo es fortalecer el intercambio comercial con Bermejo, Bolivia, con intenciones de mejorar la infraestructura del Puerto de Chalanas, ampliar el horario de atención de los organismos de control y facilitar el tránsito de vecinos y comerciantes.

No obstante, la militarización de la frontera y el endurecimiento de los controles han generado preocupación entre los sectores que dependen del comercio binacional. La implementación del Plan Güemes y la presencia de fuerzas de seguridad han sido respaldadas por el gobierno nacional, pero algunos dirigentes locales consideran que las medidas deben complementarse con soluciones que garanticen el flujo comercial y la seguridad de los habitantes.
Iniciativas nacionales contra el narcotráfico
Bajo la conducción de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad Nacional, el gobierno nacional ha puesto en marcha una serie de medidas para reforzar el control fronterizo en el norte del país. En este contexto, el Plan Güemes se ha convertido en una pieza clave para combatir el narcotráfico y el contrabando en la frontera con Bolivia.
Esta problemática sigue siendo una de las principales preocupaciones en Argentina pese a los proyectos y avances realizados en la materia, especialmente en las provincias fronterizas. La administración de Javier Milei ha endurecido su postura frente a este problema, promoviendo la Ley Antimafia y la creación de grupos especiales diseñados para combatir el crimen organizado.
Por su parte, Bullrich ha defendido la militarización de la frontera como una medida necesaria para recuperar el control sobre áreas críticas del territorio. En paralelo, se reforzó la presencia de fuerzas de seguridad en puntos estratégicos, como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la “Ruta de la Droga”.
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