En un contexto global de caída en los precios del litio, las empresas que operan en Argentina han debido reconfigurar sus estrategias para mantener la rentabilidad de sus proyectos. La tonelada de carbonato de litio, que alcanzó un máximo de 80.000 dólares en 2022, ha caído a 9.084 dólares en abril de 2025, lo que ha obligado a ajustar costos y explorar alternativas tecnológicas, como la extracción directa de litio (DLE).

En pocas palabras, no hubo un marcado ingreso de dólares por la exportación de litio pese a que la producción de carbonato aumentó casi el doble en un año. La razón principal recae en la fuerte caída del precio del litio en los mercados globales, situación que ocurre hace más de dos años.
Una tendencia a la baja
Según información de la Secretaría de Minería de la Nación, el precio en abril de las exportaciones de litio fue de 9.084 dólares la tonelada. Esto denota una baja contundente si se compara con los 80 mil dólares que alcanzó en 2022.

En el último informe de Minería, la tendencia “bajista” se corresponde con una menor demanda en mercados clave y el exceso en la oferta global. Tal y como explicó Bloomberg, el contexto obliga a todas las empresas a “reconfigurar números y proyectos”, y también “cierres, salidas, fusiones y adquisiciones”.
Por ende, este escenario afecta a todo el mundo y a las inversiones sobre el mineral, incluyendo a la Argentina. Así también lo expresó el gerente general de Río Tinto en Argentina, José Ignacio Costa, afirmando que las empresas radicadas en el país tienen la responsabilidad de ser un suministro confiable de litio para el mundo en este contexto de bajos precios.
Un paso adelante: expansión bajo el marco del RIGI
A pesar de esta coyuntura, el país mantiene su posición como actor clave en la industria global, no solo por la calidad de sus recursos sino también por los costos competitivos en comparación con otras regiones. Empresas como Rio Tinto, Exar, Eramet, Posco y Ganfeng efectivamente adaptaron sus operaciones en Argentina, apostando por mayor eficiencia y sostenibilidad en la producción.

Pero en este contexto desafiante, el gobierno argentino fortaleció su apuesta por el litio. Esta semana, autorizó la ampliación del proyecto Rincón de Rio Tinto dentro del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). Este respaldo permite una inversión de 2.700 millones de dólares para construir una planta con capacidad de 60.000 toneladas anuales de carbonato de litio grado batería.
La medida refuerza la estrategia del país para consolidarse como un proveedor confiable en el mercado global y prepararse para la esperada recuperación de precios a partir de 2026. Con el respaldo del RIGI, el sector minero argentino busca atraer inversiones y garantizar la sostenibilidad del negocio del litio en el largo plazo.
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