Un nuevo incidente entre una embarcación de la guardia costera china y un buque pesquero filipino en el Mar del Sur de China reavivó la tensión entre Manila y Pekín. El 22 de mayo, autoridades filipinas dieron a conocer que la guardia costera china habría utilizado un poderoso cañón de agua contra un barco pesquero con bandera filipina, el cual estaba llevando adelante actividades de exploración marina cuando fue interceptado. Filipinas indica que la embarcación sufrió daños, además de haber sometido a la tripulación a una situación de riesgo.
Filipinas denuncia una “agresiva interferencia” por parte de China
El Departamento de Agricultura, a través de su Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas, condenó firmemente la interferencia agresiva de la Guardia Costera de China contra dos embarcaciones civiles filipinas que realizaban una misión rutinaria de investigación científica marina cerca del Cayo Pag-asa 2 (también conocido como Cayo Sandy), en el Mar del Sur de China. Este es el primer incidente en el que la Guardia Costera China emplea cañones de agua contra embarcaciones de investigación del Departamento de Agricultura filipino en esa zona.

Según el relato del Departamento, el 21 de mayo, las embarcaciones BRP Datu Sanday y BRP Datu Pagbuaya se encontraban desarrollando tareas de recolección de muestras de arena como parte de un proyecto científico. Durante la misión, un buque chino de la Guardia Costera impactó intencionalmente y utilizó cañones de agua contra el BRP Datu Sanday en dos ocasiones, causando daños en la proa y la chimenea, y poniendo en riesgo la seguridad del personal civil a bordo.
China responde responsabilizando a los buques filipinos de una intrusión
La Guardia Costera de China responsabilizó a Filipinas por el incidente, argumentando que las embarcaciones filipinas ingresaron ilegalmente a sus aguas sin autorización y desembarcaron en Cayo Sandy. De acuerdo a las autoridades chinas, los buques filipinos habrían ignorado las advertencias y se habrían acercado peligrosamente a una embarcación de la Guardia Costera que, aseguran, realizaba operaciones normales de aplicación de la ley.

Asimismo, indicaron que personal de la Guardia Costera desembarcó en el arrecife para inspeccionar las actividades filipinas. En ningún momento mencionaron el uso de cañones de agua. Las declaraciones concluyeron acusando a Filipinas de violar gravemente la soberanía territorial de China y de poner en riesgo la paz y la estabilidad en el Mar de China Meridional. La situación profundiza la tensión entre ambos países, plasmada recientemente en el Libro Blanco chino sobre defensa nacional.
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