La Armada de Estados Unidos ejecutó el mayor ataque aéreo de la historia desde un portaaviones, descargando 56.000 kilos de municiones sobre objetivos terroristas en Somalia.

La ofensiva, llevada a cabo el pasado 1 de febrero por una escuadra de aproximadamente 16 cazas F/A-18 Super Hornet, tuvo lugar mientras el portaaviones operaba en el Mar Rojo. Las fuerzas estadounidenses apuntaron a una serie de cuevas utilizadas como centros de mando, en una acción que habría provocado la muerte de más de una docena de combatientes, según información proporcionada por el Comando de África de Estados Unidos.
Un despliegue que refleja el creciente protagonismo del USS Truman en Medio Oriente
El grupo de ataque del USS Harry S. Truman, compuesto por el portaaviones y varios buques de escolta, ha operado intensamente en la región desde su despliegue en otoño de 2024. La embarcación desempeñó un rol central en las operaciones estadounidenses contra los rebeldes hutíes en Yemen, respaldados por Irán, y más recientemente, se integró en ejercicios navales de la OTAN en el Mar Mediterráneo.
Las operaciones han requerido el uso sostenido de una amplia variedad de municiones, incluyendo misiles tierra-aire, bombas aire-tierra y sistemas de defensa aérea naval.

“La amenaza de los hutíes no debe subestimarse. No se trata de China, pero sus capacidades han demostrado ser letales”, afirmó el almirante Kilby durante un evento organizado por el Consejo de Relaciones Exteriores. Sus declaraciones apuntan al desafío persistente que estos grupos armados representan para la seguridad de las rutas marítimas internacionales y los intereses occidentales en la región.
Una serie de incidentes técnicos marcaron el despliegue del portaaviones
Pese a su protagonismo operativo, el Truman ha enfrentado una serie de contratiempos durante su despliegue. En diciembre, uno de sus propios buques escoltas derribó accidentalmente un F/A-18 en lo que se describió como un caso de fuego amigo. Posteriormente, en febrero, el portaaviones colisionó con un buque comercial en el Mediterráneo, generando daños menores, pero resultando en la destitución de su comandante.

Semanas después, en mayo, otro Super Hornet se precipitó al mar tras un fallo en los cables de frenado durante un aterrizaje; ambos tripulantes lograron eyectarse a tiempo y fueron rescatados.
A pesar de estos episodios, el USS Harry S. Truman continúa siendo un activo central en la estrategia naval estadounidense, con una presencia sostenida en zonas de alta tensión y una capacidad operativa que ha sido demostrada en múltiples frentes. El ataque aéreo sobre Somalia marca un hito sin precedentes en la historia militar de Estados Unidos desde portaaviones, y subraya la evolución del uso del poder naval frente a amenazas asimétricas en el continente africano y Medio Oriente.
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