El día de ayer, el Senado de la Nación rechazó el proyecto de Ficha Limpia, generando una gran polémica y controversia al respecto. El debate estuvo cargado de tensiones políticas e ideológicas y enfrentó a varios senadores, en el marco del tratamiento de la Ley en el recinto legislativo.
Antecedentes
Cabe recordar que, el proyecto de ley “Ficha Limpia”, enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso, había sido aprobado en el mes de febrero en sesiones extraordinarias por la Cámara de Diputados. Por lo que, había logrado la media sanción y desde entonces, aguardaba el tratamiento de la Cámara Alta, que en esta ocasión era el Senado de la Nación.
Luego de varias sesiones fallidas por diversas causas, el Gobierno Nacional finalmente había logrado llamar a una nueva sesión especial para el tratamiento de Ficha Limpia, que se convocaría para el pasado miércoles. Cabe recordar que, en última instancia, había sido Ezequiel Atauche, jefe del bloque de La Libertad Avanza en el Senado, quien solicitó la última postergación del tratamiento de la Ley, por el homenaje al Papa Francisco.
El Gobierno Nacional estaba convencido de que contaba con los votos y el apoyo legislativo necesario para la aprobación de Ficha Limpia. En este sentido, el propio Jefe de Gabinetes, Guillermo Francos, había declarado que los votos estaban “cuando los senadores santacruceños confirmaron que ellos iban a votar a favor, me parece que ya no quedaron más dudas, ¿no?“. Francos había mencionado que salvo que algún senador falle, sorpresiva e inesperadamente con su voto, el proyecto tenía un apoyo más que suficiente para ser aprobado en el recinto del Senado.

¿Qué buscaba el proyecto?
El proyecto buscaba incorporar la figura de Ficha Limpia a la Ley Nº23.298 (Ley Orgánica de los Partidos Políticos), la cual impediría que cualquier sujeto condenado en segunda instancia por delitos de corrupción y contra la administración pública pueda presentarse como candidato a un cargo electivo nacional o en su defecto, ocupar un cargo en la Administración Pública Nacional (APN). El proyecto buscaba garantizar la idoneidad de los candidatos en el ámbito electoral y partidario, en el desempeño de la función pública.
La Ley contemplaba los delitos contra la administración pública, contenidos en el Título XI, del Libro Segundo del Código Penal, donde se incluyen los delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, exacciones ilegales, enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados y encubrimiento, entre otros. Además, de “todo otro delito doloso contra la administración que conlleve enriquecimiento que sea dispuesto de conformidad con lo establecido en el artículo 36 de la Constitución”.
Ficha Limpia es un proyecto que surgió, a partir de una demanda colectiva de la sociedad argentina, quien cansada de ser víctima de la corrupción de los funcionarios públicos, buscaba un cambio en el sistema electoral y partidario nacional. De hecho, se sabía que Ficha Limpia podría tener gran impacto en ciertas figuras del espectro político, con causas judiciales en curso, siendo el caso más polémico y controversial el de la ex-mandataria Cristina Fernández de Kirchner.
De hecho, en este sentido, durante el debate en el Senado, Mariana Juri (UCR) advirtió que “hemos fallado como sociedad para que esta ley sea necesaria. ¿A quién se le podría ocurrir que sea candidato alguien condenado? Y, peor aún, que una agrupación los proponga para sus listas. Qué raro que una sociedad necesite decirles a los políticos que nos excluyamos de un proceso electoral cuando hemos sido condenados”.
¿Qué sucedió ayer en el Senado?
El día de ayer, finalmente, el Honorable Senado de la Nación le dio tratamiento legislativo al proyecto de ley “Ficha Limpia”, presentado por el Poder Ejecutivo con el respaldo de otros bloques y espacios políticos, como el PRO y la UCR. El resultado final del debate sorprendió a gran parte de la ciudadanía. Es que, tras pensar que Ficha Limpia finalmente sería aprobado por el Congreso de la Nación, el Senado sorprendió a última hora con su decisión de rechazar el proyecto de ley.
Para ser aprobada, la iniciativa legislativa requería mayoría absoluta (37); sin embargo, obtuvo 36 votos positivos y 35 negativos. Cabe preguntarse qué sucedió realmente en la jornada de ayer en el Senado de la Nación, si el Gobierno había anticipado contar con los votos necesarios para la aprobación de Ficha Limpia.

Sucede que al rechazo anticipado del bloque kirchnerista, se le sumó el voto negativo de dos senadores renovadores: los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut del Frente Renovador de la Concordia-Innovación Federal. Por la falta de un voto, el oficialismo y la oposición dialoguista no logró la tan anhelada aprobación de Ficha Limpia. Desde el bloque kirchnerista, se ha alegado que el presente proyecto es un intento de proscripción contra Cristina Fernández de Kirchner e incluso contra el movimiento nacional justicialista, así también se concibe que la Justicia argentina “tiene su balanza inclinada”, como expresó la Senadora Florencia Lopez (Unión por la Patria).
Si bien el kirchnerismo había anticipado que votaría en contra de Ficha Limpia, la sorpresa surgió con Arce y Rojas Decut, quienes iban a votar a favor del proyecto y radicalmente cambiaron su posición y votaron en contra de Ficha Limpia. Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia-Innovación Federal responden políticamente al Gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua. Sin embargo, Arce y Rojas Decut ya habían acompañado, en otras votaciones relevantes, al oficialismo, y se habían comprometido a acompañar al Gobierno Nacional en este proyecto en particular. Incluso, los legisladores de Misiones habían expresado públicamente su respaldo al proyecto.

En los bloques de la oposición dialoguista, la posición de los senadores renovadores no cayó para nada bien y de hecho, fue considerada una ruptura de los compromisos asumidos los días previos a la sesión e incluso una traición. Durante la sesión, los legisladores se abstuvieron de intervenir en el debate y tras su voto negativo, se retiraron del recinto en silencio, mientras que los senadores del kirchnerismo celebraron el rechazo del proyecto, generando una gran polémica en la opinión pública, la ciudadanía y efectivamente, en el oficialismo y la oposición dialoguista que repudiaron el accionar del Senado y alegan un boicot político.
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