El presidente Javier Milei aseguró que Argentina está en camino a obtener el “grado de inversión” debido al equilibrio fiscal alcanzado por su administración.
Al participar este miércoles de la última jornada de ExpoEFI, el mandatario proyectó que el país “más tarde o más temprano va a ser investment grade”, y anticipó que la inflación “terminará a mediados de 2026”.

El grado de inversión, que otorgan agencias como Moody’s, Fitch Ratings y S&P, implica que un país tiene una calificación crediticia con bajo riesgo de default, clave para el acceso a financiamiento a tasas más bajas.
Mejora en las calificaciones, pero persiste el riesgo alto
Actualmente, la deuda soberana argentina continúa calificada como de alto riesgo, a pesar de que Fitch mejoró su nota a CCC, lo que si bien representa un avance, aún implica vulnerabilidad ante shocks financieros. Por su parte, Moody’s elevó la calificación de Ca a Caa3, valorando el “ajuste fiscal y monetario contundente” impulsado por el gobierno, aunque remarcó que aún no se alcanzan los niveles requeridos para considerar a la deuda argentina como inversión segura.

En América Latina, países como Chile, Perú, Uruguay, Colombia y Paraguay ya cuentan con este estatus, pero Brasil, por su parte, se encuentra en la franja más alta del rango especulativo tras una mejora en 2024.
En línea con la visión de Milei, el inversor Rob Citrone, fundador de Discovery Capital Management, sostuvo que la Argentina podría llegar al grado de inversión hacia finales de 2031, siempre que se consolide el rumbo actual: “Si Milei fuera reelegido y profundizara las reformas, hay una buena probabilidad de alcanzar ese objetivo”, declaró.
Estabilidad macroeconómica como base para el crecimiento
Milei también se refirió a la dinámica de la inflación y el ciclo económico, ya que, según explicó, la Argentina ya habría superado la fase de estabilización y se aproxima a un período de expansión: “Es la hora del crecimiento económico”, afirmó, remarcando que el déficit cero es el principal pilar detrás de esa expectativa.

Respecto al proceso desinflacionario, sostuvo que la caída sostenida de los precios se concretará a mediados de 2026, al cumplirse el rezago habitual de entre 18 y 24 meses que tiene la política monetaria: “Fijamos la cantidad de dinero a mediados del año pasado, por lo tanto, la inflación ya tiene fecha de defunción”, enfatizó.
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