Estados Unidos y Canadá lograron acordar una pausa de 30 en su guerra comercial y acuerdan unir esfuerzos para combatir dos problemáticas urgentes: el tráfico de fentanilo y la seguridad fronteriza. Este entendimiento se alcanzó tras una conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
En este sentido, como parte del acuerdo, Canadá invertirá una suma de 1.300 millones de dólares en fortalecer su frontera mediante la adquisición de nuevos helicópteros, tecnología avanzada y personal adicional. Además, se mejorará la coordinación con las autoridades estadounidenses y se incrementarán los recursos destinados a detener el flujo de fentanilo a Estados Unidos.
Las medidas fueron anunciadas por Trudeau a través de su cuenta oficial de X, quien también explicó: “Canadá está asumiendo nuevos compromisos para designar un zar del fentanilo, incluiremos a los cárteles en la lista de terroristas, garantizaremos vigilancia permanente en la frontera y lanzaremos una fuerza de ataque conjunta Canadá-Estados Unidos para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero. También he firmado una nueva directiva de inteligencia sobre el crimen organizado y el fentanilo y la respaldaremos con 200 millones de dólares”.
Como una respuesta a estos compromisos, Estados Unidos anunció la suspensión de la imposición de aranceles del 25% sobre productos canadienses durante al menos 30 días, mientras ambas naciones trabajan en conjunto para abordar estas preocupaciones compartidas. A través de su cuenta de X, Trump enfatizó sobre esta decisión: “Como Presidente, es mi responsabilidad garantizar la seguridad de TODOS los estadounidenses, y eso es precisamente lo que estoy haciendo. Estoy muy satisfecho con este resultado inicial, y los Aranceles anunciados el sábado serán pausados por un periodo de 30 días para ver si se puede estructurar o no un acuerdo Económico final con Canadá. ¡EQUIDAD PARA TODOS!”.
Esta suspensión temporal de aranceles también se extiende a México, luego de que su presidenta, Claudia Sheinbaum, se comprometiera a desplegar 10.000 soldados para combatir el tráfico de drogas y mejorar la seguridad fronteriza.
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