El Gobierno nacional oficializó a través del DNU 825/2025 una reforma de la Ley de Ministerios que expande el alcance del Ministerio del Interior, colocándolo como uno de los actores más poderosos del esquema administrativo. La norma redistribuye funciones, incorpora áreas antes ajenas a la cartera y agrega capacidades de control político, institucional, identitario y deportivo.

El decreto, firmado por todo el Gabinete, redefine al Ministerio del Interior como una cartera con competencias ampliadas que combinan autoridad política, control del sistema electoral, jurisdicción identitaria, vínculo directo con provincias, influencia en el deporte y articulación legislativa.
Interior absorbe el RENAPER y el control del deporte argentino
Uno de los cambios es que el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) —hasta ahora bajo otra estructura— pasa a quedar bajo la órbita plena del Ministerio del Interior. Esto implica el control total de la base de identidad nacional, la gestión del DNI, pasaportes, certificación de identidad y padrones, y una potencial articulación directa con políticas de seguridad y electorales. El manejo del RENAPER siempre fue considerado un recurso estratégico, principalmente porque concentra los datos biométricos y personales de toda la población.

En paralelo, toda la política deportiva —antes en una secretaría o en el área de Turismo y Deporte— pasa a depender de Interior. Esta unificación devuelve al deporte un rol políticamente estratégico dentro de un ministerio con fuerte presencia territorial y electoral. La cartera ahora manejará:
- Políticas deportivas nacionales.
- Alto rendimiento, deporte amateur y recreativo.
- Obras de infraestructura deportiva.
- Becas, subsidios y financiamiento.
- Representación internacional en foros de deporte.
- El ENARD, como socio fundador.
Nuevo rol en el vínculo con el Congreso y más poder institucional y constitucional
El DNU incorpora una función que hasta ahora estaba dispersa o no explicitada: Interior asume tareas de articulación con el Poder Legislativo. Esto incluye la relación institucional con ambas Cámaras, el seguimiento de iniciativas legislativas y la coordinación política en el Congreso. Eso se interpreta como una señal clara de que Interior se posiciona como el ministerio que operará la ingeniería política parlamentaria.
Además, la cartera amplía su capacidad de intervención en la arquitectura del sistema político, en torno a
- Procesos vinculados a reformas constitucionales.
- Competencias ante declaraciones de estado de sitio.
- Competencias en conflictos entre Nación, provincias y CABA.
- Coordinación de normas federales y provinciales.
En paralelo, se observa un rol ampliado en provincias, municipios y frontera, donde Interior suma responsabilidades sobre las relaciones formales con provincias y CABA; autonomía municipal; políticas de descentralización y federalización, entre otras. Asimismo, aplica el desarrollo de zonas de frontera, intervenciones federales, el régimen jurídico de ríos interprovinciales y el afincamiento de población en zonas geopolíticas clave.
En términos electorales, el Ministerio del Interior queda a cargo de los derechos políticos de la ciudadanía, el régimen de partidos políticos y financiamiento, la organización del sistema electoral y el empadronamiento, y la iniciativa popular y consulta popular. Es decir, el control del corazón del sistema democrático y electoral pasa directamente por Interior.
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