En el marco de la disputa entre Estados Unidos y China, Europa comienza a interesarse en los proyectos mineros en la Argentina y busca evitar caer en la puja estratégica entre las potencias globales y quedar a la deriva, sin productor de litio ni proveedor de cobre. Europa no quiere quedar excluida del desarrollo de este sector estratégico en la República Argentina. En este escenario, los proyectos mineros argentinos han logrado captar el interés europeo, en el marco de un escenario global marcado por la transición energética.
El auge de los proyectos mineros en la Argentina, muchos de los cuales se encuadran dentro del flamante Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), no es una novedad. El interés de Europa, en el marco de la disputa geopolítica entre China y Estados Unidos, sí lo es. Los Estados europeos no quieren quedar excluidos ni ser marginados de las oportunidades que ofrece la minería local, ante la creciente dependencia europea de los minerales críticos y las energías renovables que produce China, desde la guerra entre Ucrania y Rusia.

Ello se evidencia, por ejemplo, a través de la “Iniciativa Minera Sueca”, que tuvo lugar el pasado martes y encabezada por el Embajador de Suecia en Argentina, Torsten Ericsson, contó con la presencia del Secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero; el Gobernador de San Juan, Marcelo Orrego; y académicos, ejecutivos y grandes y reconocidas figuras internacionales del ámbito, como Henrik Hallgren, Director de Programas del Consejo Internacional de la Industria Sueca (NIR). De esta manera, grandes empresas y compañías, como así también proveedores de servicios europeos, no quieren quedarse fuera del boom minero argentino, considerando que la demanda europea puede ser cubierta por la Argentina, sin la necesidad de atarse a Estados Unidos o China, en el marco de la disputa geopolítica entre ambas potencias globales.
El especial interés de Suecia
En este sentido, el Embajador Ericsson reconoció el interés de Suecia en el desarrollo minero de la República Argentina, en el marco de un contexto global de transición energética y digital, “que requiere cada vez más minerales críticos, como el litio, el cobre y las tierras raras” y resaltó la complementariedad comercial entre ambas Naciones, en materia de innovación y sustentabilidad. De hecho, el Embajador de Suecia en el territorio nacional, explicó que la cooperación minera, que Suecia busca impulsar con la Argentina, contempla tres ejes principales, que incluye el aporte de empresas líderes en tecnología minera, el asesoramiento en “mejores prácticas” ambientales y la formación de talento, a través del modelo triple hélice sueco, que proyecta la colaboración entre el Estado, el sector privado y la academia.

“Suecia tiene más de mil años de historia minera y hoy nuestras minas funcionan como plataformas de prueba para nuevas tecnologías. Por ejemplo, hoy se desarrollan iniciativas de cómo producir a nivel comercial acero sin combustibles fósiles, y esa experiencia puede ser muy útil para la Argentina en su camino hacia una minería más limpia” destacó Ericsson. Por otra parte, desde Arc Fund, un fondo de inversión europeo que financia proyectos energéticos sustentables, señalaron que Europa estaría buscando diversificar las fuentes de materias primas y minerales críticos, con una mirada volcada hacia socios estratégicos latinoamericanos, como la Argentina.
La atracción por el litio argentino
En este escenario, el interés por el litio argentino resulta fundamental. Cabe recordar que, la República Argentina se encuentra dentro de la zona geográfica que se conoce como “Triángulo del Litio” y que comparte con Chile y Bolivia. En este sentido, desde Eramet, una firma minera francesa, se destaca que “dentro del Triángulo del Litio, la Argentina es el destino favorito de grandes inversiones por sus ventajas comparativas”. De hecho, a fines de 2024, esta compañía elegiría a la Argentina para comenzar a producir litio.
Sin embargo, la mayoría de los empresarios y ejecutivos del ámbito destacaron la distancia que existe entre las expectativas y los resultados actuales. En este sentido, algunos de ellos, como por ejemplo, Ignacio Celorrio, Ejecutivo de Lithium Argentina, sostienen que hasta el momento, “el escenario es más de potencial que de liderazgo”. Una demanda que sale a la luz, en este contexto, es la de mejorar la infraestructura para sostener el crecimiento del sector litífero, a largo plazo, a través de la construcción de nuevos caminos, rutas, trenes de carga y transportes eficaces, promoviendo, a la vez, una mejor coordinación entre el Gobierno Nacional y las provincias.

No obstante, de acuerdo a la información disponible, los proyectos mineros del Noroeste Argentino (NOA) se proveen de energía con equipos propios, lo que supone un severo y complejo desafío, que acrecienta los requerimientos y demandas de capital. En este escenario, la llegada de nuevas inversiones y capitales, nacionales o extranjeros, resultan más que bienvenidos para este tipo de proyectos provinciales, que configuran la matriz productiva de las provincias argentinas mineras.
Según las estimaciones, la producción local de litio podría superar este año las 130.000 toneladas de carbonato de litio (LCE) equivalente, lo que representa un 75% más que las 74.600 toneladas, registradas en 2024. El crecimiento acelerado que proyecta la Cámara de Empresas Mineras de la Argentina (CAEM), posiciona a la República Argentina como un actor ascendente en el escenario litífero global. En este sentido, cabe resaltar que, según la información disponible hay, al menos, 7 proyectos de litio en producción en el territorio nacional, especialmente en el NOA, donde el mineral crítico explica entre el 40% y el 80% de sus exportaciones.

El futuro minero de la Argentina
La Argentina ya es considerada un país minero del futuro. Con grandes proyecciones para los próximos años, producciones récords y nuevos proyectos, el país ya se posiciona como un actor clave en este sector estratégico, que busca diversificar la matriz productiva y exportadora del país y reducir la dependencia económica del sector agroexportador. De acuerdo a Henrik Hallgren, Director del Consejo Internacional de la Industria Sueca (NIR), la Argentina “es uno de los países mineros más interesantes del mundo debido a la promoción activa de proyectos y a los recursos poco desarrollados en cobre y otros minerales críticos”.
De hecho, el Informe “Recursos y Reservas Minerales en Argentina”, publicado por la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, reveló que el cobre argentino, que está en auge y representa uno de los principales ejes estratégicos para la Nación Argentina, hoy tiene 10 proyectos activos, que considerando la creciente demanda global de cobre, que resulta clave para el desarrollo de las energías renovables y la electromovilidad, resultan fundamentales para el desarrollo minero del país. En este sentido, los resultados de este informe redefinen el mapa minero del país y consolidan el potencial de la Argentina para una nueva era exportadora de la minería local.

No obstante, en el país, el sector aún requiere mucho desarrollo e inversión, lo que supone un gran desafío, para las gestiones gubernamentales, de cara a los próximos años. La estabilidad, en materia de inversión, y las políticas públicas que promueven y articulan proyección a largo plazo, resultan fundamentales para el desarrollo del sector, “no solo para el desarrollo de las minas, sino también para infraestructura clave de apoyo: transporte, electricidad, agua, conectividad” explicó Hallgren. En este sentido, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) ha sido una herramienta clave para adquirir inversiones estratégicas en el sector y desarrollar grandes iniciativas mineras, sobre todo, en la industria del litio, a pesar de las criticas de la oposición y otros sectores de la esfera pública, que cuestionan la transparencia y los potenciales beneficios locales del flamante Régimen, impulsado por el Gobierno de Javier Milei, durante el 2024.
Gracias a la estabilidad fiscal, aduanera y cambiaria, por 30 años, que ofrece el Régimen, para los proyectores de inversión que superen los U$S 200 millones, se promueve el desarrollo, a largo plazo, del sector minero, a partir de la estabilidad, en materia de inversión. El desarrollo del sector minero nacional es una oportunidad clave para que la Argentina se posicione como un socio, confiable y sustentable, en la Cadena Global de Valor (CGV) de la minería, y para que, a largo plazo, el país se convierta en un exportador minero clave.
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