La producción de petróleo y gas en Argentina alcanzó en julio de 2025 su nivel más alto desde 1999, consolidando una tendencia de crecimiento sostenido que posiciona al país en la antesala de un nuevo récord histórico (el último fue en 1998). Según datos oficiales de la Secretaría de Energía, se extrajeron 811.200 barriles de petróleo por día, mientras que la producción de gas trepó a 160,6 millones de metros cúbicos diarios.

El impulso proviene principalmente de la formación Vaca Muerta, que ya representa el 57,7% del total de petróleo extraído en el país. En la provincia de Neuquén se superó por primera vez la barrera del medio millón de barriles diarios, con un 95% proveniente de áreas no convencionales.
Infraestructura, exportación y objetivos de largo plazo
El crecimiento se apalanca en la ampliación de la capacidad de evacuación, especialmente a través de las obras del Oleoducto del Valle, que elevaron el transporte desde Vaca Muerta hacia el Atlántico hasta los 540.000 barriles diarios. El petróleo extraído de Vaca Muerta representa el 57,7% del total de producción de Argentina, siendo el segundo mundial de recurso no convencional de gas y el cuarto de recurso no convencional de petróleo.

Con una demanda interna estabilizada en torno a los 530.000 barriles, el excedente se destina a exportación, lo que refuerza el perfil comercial del sector. Ahora, la industria proyecta alcanzar el récord histórico de 840.000 barriles diarios antes de fin de año o en los primeros meses de 2026.
El objetivo estratégico es escalar hacia el millón de barriles diarios entre 2028 y 2029, lo que permitiría exportar un volumen equivalente al consumo interno. Según destacó iProfesional, en un escenario optimista de potencial máximo de más de 600 pozos/año, esa producción escalaría un 50% más.
Limitaciones, pero con potencial técnico
En la actualidad, el potencial de producción se ve limitado por disponibilidad de equipos de perforación y fractura. Por ende, para alcanzar los hitos que se suponen, se cree necesario mantener un ritmo de perforación de entre 400 y 420 pozos por año.

Por el momento, la Cuenca Austral también muestra signos de expansión, especialmente en producción offshore, lo que permite compensar el declino de otras formaciones convencionales. Vaca Muerta posiblemente continúe impulsando el sector, superando sus propios récords mes a mes gracias a la puesta en marcha de las primeras obras de ampliación de transporte.
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