En la Argentina de hoy, las pymes enfrentan una serie de desafíos, obstáculos y retos estructurales, de acuerdo a lo que señalan diferentes consultoras locales. Sin embargo, ello no significa que no se presenten oportunidades de crecimiento y rendimiento para las pymes. Pero, en efecto, los especialistas en la materia reconocen que actualmente estas enfrentan muchos más desafíos y obstáculos que oportunidades, ante el complejo contexto nacional signado por la baja del consumo minorista, un proceso de desinflación y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
El contexto económico del país enfrenta una serie de desafíos, que deben ser tenidos en cuenta en la gestión de las pymes. Por ello, los especialistas destacan que uno de los grandes retos que tienen las pymes, actualmente, es ofrecer beneficios complementarios al salario para sus empleados, como puede ser la flexibilidad laboral y la implementación de esquemas híbridos o incluso, remoto, impulsados desde la pandemia del COVID-19. Se enfatiza en la importancia de políticas complementarias al sueldo y de la cultura del propósito, teniendo en consideración que la brecha entre salario y beneficios se presenta como uno de los grandes desafíos de las pymes, “en un contexto en el que la mayoría de las empresas no ha podido igualar los ajustes con la inflación que se viene arrastrando desde el 2023” indica Francisco Scasserra, Director de la consultora Michael Page.
Por su parte, la alta movilidad laboral de talento y la búsqueda activa de nuevas oportunidades también son considerados desafíos, dado que se percibe un escenario de empleo, donde los perfiles resultan desafiantes para atraer. La retención de los talentos, hoy en día, se vincula a factores paralelos al salario percibido, de allí, la importancia de establecer políticas complementarias al mismo. Los especialistas indican el acceso a becas, el desarrollo profesional y la oportunidad de crecimiento dentro del espacio laboral como posibles factores.

De acuerdo al “Estudio de Tendencias y la Guía Salarial Argentina 2025” de la consultora Michael Page, aproximadamente el 45% de los profesionales se encuentra en búsqueda activa de nuevas oportunidades. Ello dificulta la retención de personal para las pymes, que deben comenzar a tomar en consideración este tipo de indicadores para manejar su gestión laboral y poder competir contra las grandes compañías y multinacionales. A la vez, el deseo de un mayor desarrollo profesional está en aumento y se presume que más de la mitad de los colaboradores podría renunciar, por la falta de crecimiento laboral.
Al respecto, Alejandro Servide, Director de Professional, Digital & Enterprise de Randstad para Argentina y Chile, explica que actualmente “estamos en un pleno empleo de perfiles profesionales”, lo que lleva a las pymes a enfrentar “el gran desafío de atraer, gestionar y retener al talento”. Las pymes tienen el desafío de posicionarse como empleadores atractivos, ante este contexto laboral, especialmente en el sector de tecnología y software, donde la demanda de perfiles más bien especializados supera la oferta disponible. En este sentido, las diferentes consultoras han coincidido en que las pymes deben poder contar con perfiles verticales y transversales, dado que ello resulta imprescindible para sus estructuras pequeñas.
A estos desafíos estructurales, debe sumarse el recambio generacional y el cambio de mando, que está aconteciendo actualmente, en la mayoría de las pymes argentinas que son gestionadas por las familias. Ello implica la construcción de una transición sólida y planificada, que no comprometa ni ponga en riesgo el negocio y el funcionamiento del mismo. “Lo ideal es que el mando pase a un talento que haya tenido un recorrido en la empresa o incorporar un perfil externo que prepare el terreno para el próximo liderazgo” sostiene Scasserra.

Todas estas proyecciones para el sector se producen en un crítico momento para las pymes argentinas, que afectadas por la crisis económica local, están siendo ayudadas por el Gobierno Nacional, a través de una serie de medidas de incentivo para la reactivación del sector, con el objetivo de mejorar su funcionamiento y estimular su producción, en función de lograr un buen resultado en el segundo trimestre del año. En este sentido, también se destaca que el proyecto de ley que busca declarar la emergencia nacional de las MiPymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), en materia “productiva, fiscal, laboral, financiera y tarifaria”, obtuvo dictamen de mayoría, a principio de mes, y aguarda para ser tratado en el recinto legislativo. Sin embargo, resulta menester recordar que las pymes están ante un creciente contexto de tensión e incertidumbre con el Gobierno Nacional, que busca recomponer su relación con este importante sector de la economía nacional.
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