Unidades de Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos se desplegaron en el Mar del Sur de China y archipiélagos de Filipinas en el marco del Ejercicio Multinacional Balikatan 2025. Durante las operaciones, unidades de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea de EE.UU. realizaron actividades en distintas fases con el apoyo de medios aéreos y navales.

Como da cuenta cada edición, el Ejercicio Balikatan representa uno de los despliegue combinados más importantes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Filipinas en Asía, como expresión de las buenas relaciones que existen entre ambos países. Habiendo comenzado hace unas semanas y finalizado en el día de hoy, la 40.ª edición reunió a más de catorce mil efectivos, con presencia y despliegue de múltiples sistemas de plataformas terrestres, anfibias y aéreas, entre otros.
Como es de público conocimiento, la nueva administración estadounidense busca no solo fortalecer su posición en Asia, sino que también a la vez mejorar relación con aliados de la región frente al avance de China. La presencia de Fuerzas Especiales estadounidenses en Filipinas ha sido una constante debido a la lucha contra el terrorismo, rol actual que se ha ampliado a diversas tareas relacionadas a la defensa externa y la interoperabilidad frente a las nuevas amenazas. Ahora, teniendo como escenario el ejercicio Balikitan 2025, las unidades especiales no fueron la excepción.

Según la información divulgada, las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE. UU. llevaron a cabo una serie de maniobras conjuntas coordinadas durante las primeras fases del ejercicio, destacándose el despliegue de embarcaciones de operaciones especiales tipo Combatant Craft Assault y Combatant Craft Medium pertenecientes a la Comando Especial de Guerra Naval.
Estos medios fueron transportados hasta filipinas mediante aeronaves MC-130J Commando II de la Fuerza Aérea, en una operación que puso de relieve las capacidades de despliegue aéreo de medios navales ligeros en zonas de litoral disputadas. Una vez en el teatro de operaciones, dichas embarcaciones operaron en conjunto con helicópteros MH-60 Black Hawk y MH-47 Chinook del 160° Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales del Ejército estadounidense.

Posteriormente, en el entorno de la Bahía de Subic, estas unidades realizaron prácticas de inserción, extracción y evacuación médica simulada, bajo condiciones realistas de combate y en estrecha coordinación con fuerzas filipinas. A su vez, los helicópteros realizaron vuelos tácticos a baja altitud, ejercicios de inserción y extracción de tropas, y misiones de reabastecimiento aéreo con apoyo de MC-130J, lo que contribuyo a simular un entorno operacional de alta exigencia. En paralelo, un CV-22 Osprey de las Fuerza Aérea estadounidense ejecutó un aterrizaje sobre la cubierta del buque de desembarco USS Comstock (LSD-45), marcando uno de los puntos más destacados del componente marítimo del ejercicio.
Es importante traer a colación que estas actividades desarrolladas en el Mar del Sur de China, frente a la costa occidental de Luzón, tuvo como objetivo evaluar la interoperabilidad entre medios navales y aéreos de ambas fuerzas armadas, reforzando la capacidad de operar desde plataformas navales en condiciones de combate litoral y escenario de acceso denegado. Así como esta última, a principios de la semana las Fuerzas Armadas de Australia, EE. UU. y Filipinas simularon la respuesta a una invasión en el Mar del Sur de China, teniendo como contexto las tensiones que vienen profundizándose entre Pekín y Manila.
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