De acuerdo a los últimos reportes, como venía adelantando El Estratégico, el nivel de fracking o fractura de Vaca Muerta ya supera el total registrado en 2024. De este modo, durante este 2025, Vaca Muerta ya fracturó más que durante todo el año pasado. En el mes de septiembre, el yacimiento logró superar el registro de fracturas alcanzado, durante el 2024, asentando un nuevo récord, según el informe elaborado por Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage.
De hecho, Fucello informó que la actividad de fractura de Vaca Muerta muestra un crecimiento sostenido durante este año, con un promedio anual de 2.029 etapas mensuales, al 31 de septiembre, y un acumulado del año, que ya a fines de septiembre, alcazaba las 18.200 etapas, superando las 17.800 etapas registradas, durante los doce meses de 2024. El informe destaca que, ya en mayo, Vaca Muerta registraba cifras y récords históricos para la producción de shale, cuando se finalizaron 2.588 punciones.

Incluso, a pesar de que el noveno mes del año haya registrado una caída en el nivel de fractura, con 1.831 etapas, la serie anual refleja un crecimiento sostenido y un incremento interanual, cercano al 30%. El Country Manager de NCS Multistage explicó que esta cifra récord consolida una tendencia de mayor escala productiva, impulsada, principalmente por la demanda internacional del recurso y la capacidad instalada existente para su extracción.
Posibles escenarios
Se presentan, de este modo, diferentes escenarios de evolución, que podría llevar a que la actividad se duplique, en el mediano plazo. Un escenario medio estima un incremento en la perforación de hasta 800 pozos más, en términos anuales; mientras que, un escenario alto, proyecta un aumento cercano a los 1.000 pozos. La velocidad de dicho desarrollo productivo y extractivo dependerá, principalmente, de los precios del shale, la velocidad en la entrada de las inversiones y variables políticas, advirtió Fucello.
No obstante, el experto señala que, pese al creciente potencial de Vaca Muerta, la competencia en el mercado resulta ser muy dura y los márgenes operativos estrechos. Por lo que, la explotación no convencional exige de una constante y continua reinversión. La fuerte declinación de los pozos, de hecho, obliga a recomponer la capacidad productiva, constantemente y con rapidez. La eficiencia operativa resulta clave, para sostener la continuidad de un proyecto extractivo, explica Fucello.

En esta línea, subrayó, además, la necesidad de contar con una mano de obra altamente especializada y calificada. En este punto, los perfiles técnicos con experiencia práctica y capacidad de operar en entornos complejos y peligrosos, resultan fundamentales. Sin embargo, advirtió sobre la dificultad de incorporar trabajadores, sin la formación y capacitación requerida. A la vez, se destaca la importancia de la capacitación de la mano de obra y del conocimiento de los protocolos de seguridad, a fin de mantener bajos los índices de accidentes y asegurar la productividad.
Luciano Fucello concluyó, en que más allá del impacto directo de la coyuntura local, producto de las variaciones de los precios y los procesos electorales, la República Argentina cuenta con los recursos y las capacidades necesarias para aumentar la producción y extracción de shale. Así lo demuestra, de hecho, las cifras alcanzadas en el mes de septiembre, donde ya se alcanzó el total del nivel de fractura registrado en todo el año pasado. Los desafíos, de cara al futuro, explica el experto, que coincide con buena parte del sector y el empresariado, son acelerar las inversiones, formar un capital humano calificado y capacitado, y comunicar los alcances de crecimiento sostenido, con prudencia, a fin de evitar la generación de expectativas desproporcionadas.
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