El Fondo Monetario Internacional recortó sus proyecciones de crecimiento para la economía argentina y advirtió un escenario más frágil para 2025 y 2026. Aunque el organismo mantiene la expectativa de dos años consecutivos de crecimiento, ahora prevé una expansión más débil del PBI y un deterioro en empleo, inflación y cuenta corriente.
Según la nueva actualización del World Economic Outlook (WEO), el FMI estima que el PBI argentino crecerá 4,5% en 2025 y 4% en 2026, lo que implica un recorte de un punto porcentual respecto de lo proyectado en abril para el año en curso y medio punto menos para 2026. El ajuste ocurre en un contexto de desaceleración doméstica confirmada por los últimos datos oficiales y una caída en la actividad real.
Razones del recorte: ajuste fiscal, consumo deprimido y menor dinamismo global
En su análisis técnico, el organismo menciona factores locales y externos para explicar la corrección a la baja de sus proyecciones. Dentro de los factores internos, el FMI destaca:
- Contracción del consumo privado por caída real de ingresos
- Persistencia de la inflación núcleo
- Efectos contractivos del ajuste fiscal
- Demora en el proceso de recuperación salarial y crédito interno
En cuanto a los factores externos, menciona la menor demanda global, la desaceleración del comercio internacional y tensiones comerciales entre potencias, especialmente entre Estados Unidos y China. Aun así, el Fondo mantiene una mirada constructiva sobre el sendero económico argentino: proyecta crecimiento positivo, aunque en desaceleración.
El impacto en inflación y empleo
El informe también ajustó al alza sus proyecciones inflacionarias. Según el WEO, la inflación cerraría 2025 en 28% interanual, ocho puntos más que lo previsto en abril. Para 2026, el FMI espera que la desinflación continúe, con una variación anual del 10%.
En materia laboral, el organismo advirtió una mayor fragilidad:
- Desempleo 2025 previsto: 7,5% (vs. 6,3% estimado inicialmente)
- Desempleo 2026 previsto: 6,6% (vs. 6% previo)
El deterioro previsto del mercado laboral se asocia directamente con el freno en la actividad económica registrado desde mayo y la demora en la recomposición del consumo interno.
Sector externo: sube el déficit y preocupa la cuenta corriente
El FMI proyecta que la cuenta corriente cerrará 2025 con un déficit equivalente al 1,2% del PBI, casi cuatro veces más que lo estimado hace seis meses. Para 2026, espera un déficit del 0,4% del PBI. El rojo externo se explica por el balance energético, mayor demanda importadora y pagos de deuda.
La caída de exportaciones industriales y la dependencia del complejo agroexportador son señaladas como vulnerabilidades estructurales, junto con la volatilidad del flujo financiero externo.
El crecimiento se debilita y se encienden alertas internas
Los últimos datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) muestran que Argentina acumula tres meses consecutivos de caída desestacionalizada y solo dos meses de crecimiento en lo que va del año (febrero y abril). El FMI sostiene que la economía entró en una fase de desaceleración interna tras el rebote inicial posterior a la estabilización nominal.
Para el organismo, el desafío del Gobierno será administrar la tensión entre ajuste fiscal y nivel de actividad, mientras sostiene la hoja de ruta para recuperar competitividad macro, atraer inversión y estabilizar precios.
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