Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la compañía petrolera del Estado argentino, fija una nueva apuesta energética, buscando reconfigurar su matriz energética con dirección al uranio y convertir a Chubut en un hub uranífero. Horacio Marín, Presidente de YPF, anunció que está desarrollando e impulsando una nueva rama de negocio para la petrolera: YPF Nuclear. Fue en el marco del evento “Energía Chubut 2050”, cuando Marín sorprendió al anunciar el desarrollo de YPF Nuclear. “Nuestra idea es que Chubut sea un hub industrial de uranio, con mirada de largo plazo” sostuvo el Presidente de YPF.
El anuncio de Marín forma parte de una amplia y ambiciosa estrategia que YPF está desarrollando, desde el inicio de la gestión gubernamental de Javier Milei en diciembre de 2023 (Plan 4×4), que contempla el desarrollo de cuatro negocios: petróleo no convencional, gas natural licuado, energías limpias y minerales estratégicos. La estrategia de la compañía, en el marco del negocio de energías limpias, implica la extracción de uranio en la provincia de Chubut y el desarrollo de reactores modulares, para el abastecimiento del sistema energético, el cual se busca que sea más estable e independiente, en el marco de la formación de su rol como exportador nuclear.
Desde YPF, sostienen que para el año 2030, la Argentina podría tener una nueva fuente de divisas, a partir de la generación de energía nuclear. La inversión y el desarrollo en esta matriz energética permitiría que el país se convierta en un exportador de energía nuclear, servicios industriales y tecnologías asociadas a este subcomplejo económico, favoreciendo la diversificación de la economía argentina. Este último punto resulta esencial, si se tiene en consideración que la Argentina se encuentra en riesgo de sufrir la enfermedad holandesa.

Los detalles de YPF Nuclear
De acuerdo al anuncio de Horacio Marín en el evento de Energía Chubut 2050, YPF Nuclear sería una nueva división de negocio dentro de la estructura de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, con enfoque al mineral de uranio y la energía nuclear, que articularía tres principales líneas y ejes de acción.
- La exploración y producción de uranio, que implicaría el trabajo conjunto y coordinado con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
- La fabricación y operación de reactores modulares pequeños (SMR).
- La integración de la cadena de valor nuclear, que contemplaría desde la extracción y explotación del mineral hasta la generación de energía eléctrica.
Resulta menester resaltar que, la segunda línea de acción de YPF Nuclear se encuentra en concordancia con el desarrollo del Plan Nuclear Argentino, anunciado por el Gobierno Nacional el pasado año. Cabe recordar, de hecho, que en el marco del Plan Nuclear Argentino, actualmente la CNEA está construyendo una serie de reactores modulares pequeños. Este proyecto, a cargo de Demian Reidel, contempla la construcción y generación de reactores nucleares modulares pequeños (SMR), para posicionar a la Argentina como un actor clave en la generación de energía limpia, aunque más precisamente de energía nuclear, como así también en la exportación de tecnología nuclear.

Se estima que la nueva división de negocio de YPF, que incluye la extracción de uranio y el desarrollo de reactores modulares pequeños, contemplará la participación de actores públicos y privados, con énfasis en la provincia de Chubut. Cabe recordar que, Chubut se caracteriza por ser una provincia con un gran potencial geológico, con una relevante minería de uranio, que ha sido, históricamente, rechazada por los sectores ambientalistas. El objetivo de YPF Nuclear es que Chubut se consolide como un hub industrial de uranio.
Se reconoce que YPF Nuclear está impulsada con respaldo público y estatal, a diferencia de lo que sucedió con YPF Minera que no pudo consolidarse como política de Estado, a causa del cambio de gobierno en el año 2023 y la reorientación que el mismo ejecutó hacia los hidrocarburos no convencionales (petróleo y gas), que impactaron en la iniciativa, al dejarla sin respaldo gubernamental y estatal. Ello resulta sumamente relevante en el análisis de la nueva división de negocio de la compañía petrolera, dado que YPF Nuclear cuenta con el respaldo institucional del Gobierno Nacional.
De hecho, el proyecto fue anunciado en conjunto con el Gobierno Nacional y la Comisión Nacional de Energía Atómica, lo que evidencia un fuerte respaldo institucional, que se produce en medio del fallo de la Justicia de Estados Unidos por la expropiación de la compañía por parte del Estado argentino en el año 2012. A la vez, cabe recordar que el Plan Nuclear Argentino, que posiciona a la energía nuclear como una de las prioridades energéticas del actual gobierno, podría garantizar mayor viabilidad de YPF Nuclear. Incluso, se ha debatido, la posibilidad de crear un Consejo Nacional Nuclear, en el marco de este proyecto, que cuente con la participación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), presidido por el argentino Rafael Grossi.

Proyección a largo plazo y desafíos
YPF Nuclear no implica únicamente la exploración y extracción de uranio, ni así tampoco el desarrollo de reactores modulares pequeños. El proyecto contempla, adicionalmente, un plan y una estrategia de provisión energética a largo plazo, que se utilice para el desarrollo de la inteligencia artificial, la minería de datos y los grandes centros industriales, los cuales se presentan como sectores con grandes y exponenciales crecimientos y así también, con gran demanda energética.
Argentina ya ha comenzado a desarrollar el modelo de los SMR, que a la vez, ya está siendo implementado por otros países del mundo. El desarrollo, en este área clave, permitirá que el país se posicione y consolide en el mercado exportador nuclear y de tecnología asociada, diversificando las exportaciones argentinas y consolidando el crecimiento de un nuevo sector de la economía nacional.

Sin embargo, el proyecto de YPF no está libre ni exento de desafíos. En primer lugar, es necesario tener en cuenta que la Argentina no produce uranio desde el año 1997. Por lo que, la reactivación de minas de uranio, como Cerro Solo en Chubut, requiere de una gran inversión, licencias sociales y adecuaciones ambientales. Vinculado a este último punto, la resistencia ambiental se presenta como un desafío para este proyecto. La minería de uranio enfrenta una fuerte oposición y rechazo, sobre todo en aquellas zonas cercanas a comunidades. En este sentido, Chubut no es la excepción, sino más bien todo lo contrario, donde las licencias sociales son sensibles y frágiles.
A estos desafíos deben sumarse también, la capacidad industrial de la Argentina y los plazos de demora con los que se trabaja para la construcción de los reactores modulares pequeños, donde los costos y los plazos se extienden continuamente, atrasando las proyecciones iniciales. El desarrollo de SMR requiere de una ingeniería de alta precisión, proveedores especializados y acuerdos internacionales de regulación, lo que, en suma, implica una gran capacidad industrial.
Pese a ello, el factor decisivo para el desarrollo de YPF Nuclear, aunque sea inicialmente, está vinculado a la capacidad política, social y técnica que tiene el país para sostener una estrategia a largo plazo y superar las resistencias ambientales, especialmente en Chubut. De lograrse, ello permitiría que la provincia se convierta en un hub uranífero y albergue un nodo clave para la energía del futuro, frente a un contexto internacional donde la demanda energética crece a ritmos acelerados, nunca antes vistos.
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