El balance comercial argentino continúa mostrando señales de alerta, ya que las importaciones crecen a un ritmo significativamente superior al de las exportaciones. En los primeros cinco meses del año, el superávit comercial fue de 1.883 millones de dólares, contra 8.862 millones de dólares del mismo período en 2024. Las ventas crecieron 2,6% y las compras 34,3%.

Si bien las exportaciones crecieron 2,6% interanual, las importaciones se dispararon un 34,3%. Para la consultora Abeceb, esta tendencia estuvo impulsada en gran medida por la recuperación de la actividad económica, la mayor apertura comercial y la apreciación del tipo de cambio oficial.
Bienes de capital y consumo en el centro del repunte importador
Uno de los fenómenos más destacados es el fuerte incremento en la compra de bienes de capital, con un alza del 69% interanual. Esta suba responde al reimpulso de sectores productivos que venían rezagados por las restricciones a las importaciones en años anteriores.
En términos de productos, la importación de “alfombras, electrodomésticos y muebles”, registró un salto interanual del 198,6% en los primeros cuatro meses del año. Por detrás aparece “equipos de transporte no industriales”, mientras que “vehículos automotores” subió el 101,6%. El cuarto lugar y quinto lugar lo ocupan “alimentos y bebidas para el hogar” y “alimentos y bebidas básicos para el hogar”, con el 86,7% y el 83,9% respectivamente.

En lo que respecta a bienes de consumo, el informe de la consultora PxQ reveló aumentos interanuales llamativos durante los primeros cuatro meses de 2025. Y ese crecimiento abre un nuevo frente de debate: el impacto sobre la acumulación de reservas. Ante un contexto externo volátil, el Banco Central necesita dólares para afrontar compromisos y sostener la estabilidad cambiaria.
Déficit comercial con Brasil: el cambio estructural en la relación bilateral
En este contexto, Brasil sigue siendo el principal socio comercial argentino, pero la dinámica se tornó preocupante. En el acumulado del año, el déficit comercial con el país vecino se ubicó en -US$2.427 millones, un giro drástico frente al superávit de US$58 millones en igual período del 2024.

Este deterioro refleja, según Abeceb, la nueva orientación de la política económica argentina: menor intervención estatal, eliminación de trabas al comercio y menor priorización del equilibrio bilateral como objetivo político. A grandes rasgos, cabe preguntarse hasta dónde puede crecer la demanda de importaciones sin poner en riesgo la estabilidad externa o las relaciones comerciales, como sucede con Brasil.
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