En el marco de la publicación del Informe N.º 143 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) volvió a quedar en el centro de las preguntas realizadas por los diputados que el titular, Guillermo Francos, tuvo que responder. El jefe de Gabinete evitó dar detalles sobre el uso de fondos reservados de inteligencia y defendió el incremento millonario asignado a la SIDE, aunque los diputados cuestionan la falta de controles y la ausencia de información sobre programas y objetivos estratégicos.
Efectivamente, la Jefatura de Gabinete dió respuestas escuetas y eludió brindar precisiones sobre operaciones, convenios y programas ejecutados por el organismo a lo largo del último semestre, amparándose en la Ley de Inteligencia Nacional y en la confidencialidad de los gastos reservados. La principal respuesta fue: “la pregunta formulada sólo puede ser canalizada a través de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, dado que se encuentran clasificadas”.
Entre el secretismo y la polémica
La falta de información alimenta las sospechas ya instaladas en el Congreso, donde varios diputados han expresado su preocupación por la concentración de recursos en áreas sensibles sin mecanismos de rendición transparentes. Además, la Jefatura de Gabinete omitió pronunciarse sobre las recientes denuncias de presunto espionaje a periodistas y dirigentes políticos, ni sobre las tareas desarrolladas en el contexto de seguridad internacional o contrainteligencia.
Cabe recordar que el jefe de la SIDE, Sergio Neiffert, mantuvo un encuentro reservado con legisladores de la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia la semana pasada. No sólo respondió algunas preguntas, sino que negó las acusaciones sobre espionaje a periodistas y opositores políticos, en defensa del Plan de Inteligencia Nacional (PIN).
La reunión se realizó en la sede de la Secretaría de Inteligencia, donde el titular del organismo de inteligencia del Estado argentino expuso por dos horas ante los miembros de la Comisión Bicameral, encabezada por el Senador Martín Lousteau (Unión Cívica Radical). El objetivo del encuentro era que Neiffert brinde explicaciones detalladas sobre el PIN y su aplicación, pero negó las tareas de espionaje que se le han estado alegando a la Secretaría de Inteligencia tras la investigación realizada por el periodista Hugo Alconada Mon, quien fue víctima de amenazas y de un ataque sistemático y coordinado para hackear sus cuentas.
El presupuesto en la mira
Si bien el jefe de la SIDE aseguró que “no existe ningún tipo de vigilancia ilegal”, se negó a brindar precisiones. No obstante, en medio de las controversias y polémicas en torno al tema, surge otra cuestión también polémica: los gastos reservados de la Secretaría y su incremento acumulado en lo que acontece del presente año.
El informe debía dar cuenta del uso del millonario refuerzo presupuestario aprobado este año (más de $82.000 millones adicionales, como reveló El Estratégico). No obstante, apenas ratificó la estructura básica de la SIDE y su dependencia funcional directa del Presidente de la Nación. También confirmó el otorgamiento de fondos a través del “Programa de Inteligencia Nacional”, sin detallar objetivos, metas ni resultados concretos.
Lo más llamativo, quizás, es que la partida presupuestaria de los años 2024 y 2025 excede ampliamente la de años anteriores, específicamente en el inciso “Servicios No Personales”. Para este año, el crédito vigente para Gastos en Personal es de $41.558.649, mientras que el de Servicios No Personales es de $25.465.013. Esto se suma a la ampliación presupuestaria de $7.366 millones para la SIDE a través del DNU 186/2025 impulsado por el Presidente de la Nación, Javier Milei, de los cuales $1.625 millones se destinarían a gastos reservados.
El caótico contexto de la SIDE
Así, el uso de fondos reservados permanece “blindado” bajo el principio de confidencialidad, dificultando el control legislativo y dejando al descubierto las limitaciones del marco legal vigente. Sin embargo, lo recientemente documentado en torno al presupuesto se suma a las recientes polémicas que enfrenta la SIDE.
La denuncia del ingreso irregular de presuntos espías rusos al país dio de qué hablar, junto a la polémica por la supuesta expansión del Plan de Inteligencia Nacional. La reacción diplomática de Moscú y el malestar interno en sectores de la oposición amplificaron el debate sobre los márgenes legales del accionar del organismo.
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