Argentina sigue atrayendo capitales internacionales, y un sector en particular se ha consolidado como el favorito de los inversores extranjeros: blockchain y cripto. A pesar de los desafíos macroeconómicos, el país ofrece una combinación de recursos e innovación que promueve un crecimiento sostenido del “ecosistema cripto” local.

De acuerdo con el último informe anual presentado por la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), el auge del sector en el país está impulsado por la llegada de iniciativas globales. No obstante, Argentina aplica transversalmente la tecnología blockchain en sectores clave y distintos, como agroindustria, energía, seguros y finanzas.
¿Por qué Argentina?
Efectivamente, la tecnología blockchain aplicada a la industria se ha convertido en un pilar clave para la inversión extranjera. Desde ARCAP consideran que Argentina se diferencia al aplicar esta tecnología en productos agrícolas, gestión sustentable de minería, soluciones financieras basadas en stablecoins, entre otras.

Según la Asociación, entre algunas causas de la atracción de inversiones en blockchain y cripto se encuentran la calidad y creatividad del talento argentino, la escalabilidad de las soluciones con posibilidad de exportación, y el valor agregado de proyectos con impacto real. En términos de aplicación transversal, se destaca no solo la agroindustria y la minería, sino también la energía y las finanzas/seguros.
No obstante, el país también tiene desafíos que enfrentar. Principalmente, desafíos externos, que tienen que ver con: los marcos regulatorios de los activos virtuales, los requisitos legales y el registro de patentes, o que la estabilidad macroeconómica internacional se mantenga contínua.
Un ecosistema en expansión
El sector tecnológico y de economía digital ha captado la mayor parte de las inversiones extranjeras en Argentina. La implementación de incentivos fiscales y la expansión de la infraestructura digital han fortalecido la posición del país como un hub tecnológico en la región.

Casi el 50% de las startups invertidas están fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con fuerte presencia en Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán. Gran parte de su financiamiento proviene de fondos globales, aunque el exterior destaca que diversos incentivos gubernamentales colaboran con la inversión. Programas como el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) han generado estabilidad jurídica y beneficios fiscales para proyectos de gran envergadura.
Aunque sigue en expansión, el sector proyecta buenos resultados a futuro. Desde ARCAP resaltaron que hay “señales positivas”, como la salida del cepo. Sin embargo, subrayan que lo importante “es la consistencia: que los pasos dados en términos macro se sostengan. Eso es lo que construye confianza en el largo plazo”.
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