La nueva proyección económica del Banco Mundial para la Argentina en 2025 sitúa el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) en un 5,5%, destacando una gran expansión del país. El anuncio supera la previsión inicial en medio punto porcentual, en un contexto global marcado por la incertidumbre y las tensiones comerciales entre países clave, como Estados Unidos y China.
El informe de Perspectivas Económicas Mundiales destaca que la economía argentina ha mostrado una resiliencia notable. Atribuye esta característica al dinamismo de sectores estratégicos como el agro, la energía y la minería.
Puntualmente, destaca que estas industrias han mantenido un ritmo constante de actividad, a pesar de los desafíos externos y la volatilidad de los mercados internacionales. El organismo también atribuye la recuperación al impacto de reformas estructurales recientes, elogiado “la eliminación de controles en el mercado cambiario, así como la implementación de reformas estructurales que buscan mejorar el entorno de negocios en el país”.
Según el Banco Mundial, estas políticas han generado mayor confianza en los inversores y favorecido una reactivación económica más sólida de lo esperado. Asimismo, hace mención al acuerdo con el FMI, destacando que “como parte del proceso de estabilización, se espera que la desinflación genere un aumento de los ingresos reales de los hogares, impulsando aún más la recuperación. Se espera que el gobierno continúe manteniendo superávits fiscales en consonancia con el nuevo programa de política económica respaldado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Expectativas para Argentina y la región
Para el próximo año, las proyecciones de crecimiento se ajustaron ligeramente a la baja, situándose en 4,5%, lo que sugiere una moderación en la expansión económica. Puntualmente, el Banco Mundial advierte sobre la posibilidad de que 2025 registre el crecimiento global más débil desde la crisis financiera de 2008.
Los motivos para justificar tal baja se enmarcan en conflictos comerciales y un “ambiente de inseguridad regulatoria” que afecta las inversiones. Pero, a pesar de estos riesgos, Argentina parece encaminada.
En torno a la región, el informe sostiene que los indicadores de actividad económica hasta mayo apuntan a un debilitamiento del crecimiento, aparte de la agricultura y la minería. Puntualmente, “la inflación general sigue relativamente contenida pese a la volatilidad de los precios de los alimentos, aunque sigue siendo un poco superior a las metas de los bancos centrales”.
En un tono más negativo, subraya que “el aumento de las barreras comerciales y la mayor incertidumbre a nivel mundial están afectando la actividad en América Latina y el Caribe, en particular mediante las exportaciones, la inversión y los canales de confianza”. No obstante, destaca que las economías en desarrollo y los mercados emergentes, donde se posiciona la Argentina, “cosecharon los frutos de la integración comercial”.
Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, destacó que “no se prevé una recesión mundial”, pero advierte que “si se materializan las previsiones para los próximos dos años, el crecimiento mundial promedio en los primeros siete años de la década de 2020 será el más lento de todos los decenios desde los años sesenta”.
Te puede interesar: Proyectan que Argentina podrá superar a Chile en exportaciones de cobre para 2050
