El presidente de la Asociación de Suboficiales Argentinos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (ASUBA), el Sargento Mayor Retirado Virgilio Rolando Flores, emitió una carta pública al ministro de Defensa, Luis Petri, manifestando su indignación y preocupación por los dichos del funcionario en la Comisión de Defensa de Diputados. En el documento, el presidente de ASUBA cuestiona la postergación de la equiparación salarial para el personal militar hasta fines de 2027, calificándola como una medida injusta que agrava la crisis que atraviesan los efectivos.
Cabe recordar que Petri en su intervención de la semana pasada reconoció que el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) enfrenta una deuda superior a $120.000 millones. Además, afirma que se han suspendido dos tramos del plan de equiparación salarial aprobado en 2023.

Sin embargo, desde ASUBA denuncian que no se han tomado medidas concretas para solucionar el déficit de la obra social ni para garantizar mejores condiciones salariales. “Esa afirmación no es técnica: es cruel. Es desconocer el derecho elemental a una vida digna de miles de hombres y mujeres que siguen cumpliendo órdenes, aun cuando no logran cubrir necesidades básicas como el alquiler, la alimentación o los medicamentos. El contexto es claro, y las excusas ya no alcanzan”, subraya la carta.
El documento enfatiza que la disparidad salarial entre el personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Federales es inadmisible, ya que suboficiales del Ejército, Armada, Fuerza Aérea o Gendarmería perciben hasta un 40% menos que sus pares de la Policía Federal Argentina, pese a tener la misma jerarquía, antigüedad y responsabilidades. “¿Por qué dos servidores públicos, con la misma vocación, disponibilidad permanente,riesgos físicos y exigencias operativas, cobran sueldos distintos solo por el color del uniforme o la jurisdicción ministerial? Mientras se debaten escalas y plazos, la brecha crece: no solo es salarial, también es moral”, apunta críticamente el documento.
Las consecuencias de la crisis salarial
ASUBA señala que la postergación de la equiparación y el deterioro del IOSFA impactan gravemente en la calidad de vida de los militares y sus familias. En la carta, se recopilan testimonios de afectados, quienes denuncian la falta de medicamentos, recortes en insumos médicos y la rescisión de convenios con prestadores de salud en diversas provincias.
Asimismo, se critica que el Instituto de Ayuda Financiera (IAF), cuya función es otorgar préstamos a los efectivos, excluye a una gran parte del personal con ingresos por debajo de $900.000, impidiendo su acceso a financiamiento. También se cuestiona la falta de intervención estatal en el IOSFA y la ausencia de un plan efectivo para solucionar su crisis financiera.

“El relato oficial no alcanza: la realidad no se disimula con palabras. Durante su exposición ante la Comisión de Defensa, señor ministro, usted hizo reiteradas menciones a la “revalorización de las Fuerzas Armadas”, en especial destacando la compra de equipamiento militar y los préstamos del Instituto de Ayuda Financiera (IAF). Pero omitió aclarar cuestiones fundamentales”, subraya Flores.
“No dijo que los préstamos del IAF están lejos del alcance de gran parte del personal subalterno, que con sueldos por debajo de los $900.000 no puede acceder a esos créditos sin comprometer la mayor parte de sus ingresos. No mencionó qué medidas se adoptaron contra quienes llevaron al IOSFA al colapso financiero en menos de un año, ni explicó qué plan se prevé para revertir el vaciamiento. Tampoco reconoció que el Estado nacional no realiza aportes al IOSFA, pese a que se trata de una obra social con más de 550.000 afiliados”. La carta, duramente, afirma: “Si realmente se pretende “reivindicar a las Fuerzas Armadas” como dice, debe empezar por lo básico: asegurar su bienestar integral, no solo anunciar compras de armamento. La reivindicación no puede ser solo bélica. También tiene que ser humana, salarial,sanitaria y concreta”
Demandas al Ministerio de Defensa
Ante esta situación, la organización exige medidas urgentes para garantizar los derechos y el bienestar de los suboficiales. Principalmente, porque “reivindicar a las Fuerzas Armadas implica: pagar salarios justos, asegurar prestaciones médicas dignas, garantizar el acceso a una vivienda, respetar lo prometido y cumplir con los tramos de equiparación salarial suspendidos, dejar de considerar a los suboficiales como mano de obra barata para tiempos de crisis”.

En la carta, plantean cinco puntos clave:
- Reinicio inmediato del proceso de equiparación salarial, con retroactividad a los tramos suspendidos.
- Unificación de escalas salariales entre Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad Federales.
- Aumento de emergencia para el personal con ingresos más bajos.
- Intervención y auditoría externa del IOSFA para garantizar transparencia.
- Incorporación de representantes de suboficiales en el directorio del IOSFA, con voz y voto.
De esta manera, la carta finaliza con un llamado urgente al ministro Petri para tomar medidas concretas y evitar que miles de efectivos sigan cayendo en la pobreza y el abandono. “Sr. Ministro: no basta con reconocer el problema, es momento de resolverlo. Usted tiene hoy la oportunidad de ser recordado como quien hizo justicia con los que siempre fueron postergados. O de sumarse a la larga lista de quienes miraron hacia otro lado. No vamos a resignarnos. No vamos a rendirnos. Por nuestros camaradas y pensionados/as. Por nuestras familias. Por nuestra dignidad. Con la fuerza de la verdad, con el respaldo de nuestras familias y con la fe puesta en Dios, seguiremos luchando por nuestros derechos, por nuestra dignidad y por un país que no abandone a quienes lo defienden”, concluye.
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