En un nuevo proyecto de decreto, el Gobierno nacional plantea la modificación de la Policía Federal Argentina (PFA) para cumplir nuevas funciones, como la investigación de delitos, y reestructurar la fuerza. Sin embargo, en el documento titulado “Ley Orgánica de la Policía Federal Argentina (PFA)” se observan múltiples modificaciones que, en pocas palabras, reconfiguran las facultades de la fuerza y transforman radicalmente el uso y alcance de sus competencias.

Este proyecto de decreto no sólo deroga el Decreto-Ley N°333 del 14 de enero de 1958 y sus modificatorios, que establece las funciones, organización y estructura de la PFA. También justifica los cambios introducidos, como la transferencia de funciones, por el contexto actual, marcado por “el surgimiento de nuevas amenazas delictivas, el crimen organizado internacional, los cambios sociales y tecnológicos ocurridos desde 1958 a la actualidad”.
A grandes rasgos, el Gobierno propone actualizar las misiones de la PFA, modificar la estructura, cambiar y reorientar su sistema de recursos humanos, e iniciar un proceso de fortalecimiento de sus capacidades. Además, considera que la estructura orgánica de la fuerza debe reducirse para ser más eficiente, en el marco de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos N° 27.742.
Principales cambios y modificaciones
En principio, el proyecto de decreto establece argumentos para realizar el proceso de reforma y modernización de la PFA, que tiene como objetivos estratégicos: actualizar las facultades y estructura organizativa de la fuerza para cumplir con su nueva visión y misión; priorizar y reasignar recursos conforme a las nuevas necesidades; fortalecer el sistema de Recursos Humanos, para contar con personal competente, motivado y altamente capacitado; modernizar protocolos, procesos, y mecanismos de articulación en particular los referentes a investigación; adquirir y utilización efectiva de Tecnología de la Información y Comunicación, y de Tecnología Forense; fortalecer la Gobernanza y Liderazgo de la Fuerza.

El Decreto subraya la necesidad de reducir el número de policías ingresantes progresivamente, otorgando al Ministerio de Seguridad la aprobación de mecanismos que permitan el pase del personal del escalafón de suboficiales al escalafón de oficiales. En pocas palabras, la cartera dirigida por Bullrich será la encargada de redefinir el perfil del personal de la PFA y la cantidad de personas necesarias.
Pero uno de los más grandes cambios en el accionar, estructura y facultades de la PFA recae en que será “líder en la investigación proactiva de delitos federales o complejos, en la desarticulación de organizaciones criminales y en la protección del Estado”. Mientras que la Ley de 1958 afirmaba que “la policía federal cumple funciones de Policía de Seguridad y Judicial en el territorio de las Provincias y Capital de la Nación, dentro de la jurisdicción del Gobierno de la Nación”, ahora tendrá como misión principal “la de prevenir, detectar e investigar delitos federales y complejos y la de colaborar en la desarticulación de organizaciones criminales. Estará también a su cargo la protección de la Seguridad del Estado, y sólo en forma subsidiaria o a requerimiento, colaborará en el mantenimiento de la seguridad en otros ámbitos”.
Motivos centrales
El proyecto de decreto remarca que los numerosos cambios y transformaciones que enfrentará la PFA deben enmarcarse en un contexto más amplio y actual del que usualmente se consideraba. Uno de ellos afirma que los sucesivos cambios normativos e institucionales, que han modificado el funcionamiento y facultades de la PFA, no fueron “incorporados formalmente a la Ley Orgánica de la institución”, como las modificaciones de la Ley de Ministerios N° 22.520, la Ley de Seguridad Interior N° 24.059, la Ley de Inteligencia Nacional N° 25.520, y el Código Procesal Penal Federal, aprobado por la Ley N° 27.063.

Afirmando que “resulta necesario que la PFA tenga como principal misión la investigación de delitos federales y complejos”, el decreto requiere que se reconozcan expresamente los fines generales establecidos por la Ley de Seguridad Interior Nº 24.059 y sus modificatorias. Esto incluye que la fuerza pueda “colaborar en la desarticulación de organizaciones criminales, a efectos de reorientar la misión de la institución hacia una policía de investigación enfocada en cierto tipo delitos”.
En simultáneo, destaca la importancia de actualizar la estructura orgánica de la fuerza para “responder mejor a su principal misión”. “El referido proceso de desinversión, así como la transformación de la PFA, exige llevar adelante una serie de inversiones urgentes a fin de modernizar las capacidades de la institución”, subraya el documento.
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