La proyección de China en América Latina se consolida mediante la proliferación de proyectos de inversión en infraestructuras críticas en toda la región. Desde aeropuertos hasta puertos marítimos, túneles, ferrocarriles y carreteras, la expansión del capital chino abarca territorios estratégicos que inician en México y terminan en el Cono Sur.

Esta tendencia, verificada por el Repositorio Regional sobre la Inversión China en América Latina y el Caribe y visualizada en un reciente mapeo del Diálogo Interamericano, revela la creciente proyección geoeconómica de Pekín en el hemisferio occidental. Brasil, Argentina, Perú, Venezuela y México se posicionan como los principales receptores de estas inversiones, muchas de ellas asociadas a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés).
En este sentido, la mayoría de los proyectos se concentran en transporte multimodal, conectividad y logística portuaria, aunque también hay participación en obras energéticas y de comunicación terrestre. Las obras no solo responden a intereses comerciales, sino que también permiten a China consolidar vínculos estratégicos con gobiernos y empresas estatales de la región, en un contexto global de creciente rivalidad con Estados Unidos.

Según datos del Inter-American Dialogue, la inversión directa china en la región supera los 130.000 millones de dólares desde 2005, pero ha adquirido un nuevo matiz con el desarrollo de proyectos que mejoran el control de rutas de comercio y exportación. El Repositorio Regional, lanzado en 2024 y con sede en Chile, ofrece información georreferenciada y actualizada sobre los proyectos confirmados de IED china. También ofrece estudios de caso multilingües que analizan los efectos económicos, sociales y medioambientales de las obras.
Opiniones divididas en América Latina por la presencia de China
Aunque muchos de estos proyectos fueron bien recibidos por los gobiernos anfitriones, otros generaron controversia por la falta de licitaciones abiertas, preocupaciones sobre la deuda y el control sobre activos estratégicos. Lo cierto es que varias administraciones latinoamericanas, incluyendo al líder Brasil, enfatizaron los beneficios de esta cooperación Sur-Sur, y la necesidad de mantener una postura pragmática que te permite mantener vínculos con ambas potencias sin resignar la autonomía.
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