La Armada de EE.UU. ve como corre riesgo de cancelación el programa que tiene previsto materializar su futuro caza de sexta generación F/A-XX. Desde la administración se está barajando la posibilidad de demorar el proyecto unos tres años, decisión que podría significar el fin de los planes para contar con un nuevo caza embarcado.

Conforme a lo informado por Reuters, la Armada de EE.UU. y el Congreso están luchando con la administración Trump para seguir adelante con la adjudicación de un contrato. Pese a que el anuncio por el ganador del F/A-XX se esperaba para el mes de marzo, cuestiones presupuestarias pusieron en pausa lo que sería el primer paso para avanzar en el desarrollo del futuro caza de sexta generación.
Según las fuentes consultadas por Reuters, una demora de tres años en el programa F/A-XX implicaría para la Armada la cancelación del mismo, tal como está definido actualmente, ya que “…los contratos y los precios expirarían durante ese tiempo, lo que haría que una nueva competencia fuera casi inevitable…”.
El caza de sexta generación F/A-XX tiene previsto un notable salto en cuanto a capacidades gracias a la incorporación de un diseño furtivo mejorado y compatibilidad para operar junto a sistemas no tripulados, además de un mayor alcance. Dentro de los planes, también se tiene previsto importantes desarrollos en materia de los radares, como así también en su capacidad de aterrizaje en portaaviones.

El cronograma inicial tenía previsto la entrada en servicio de los primeros ejemplares F/A-XX a partir del 2030, mientras que los F/A-18 Super Hornet serían mantenidos en servicio hasta la década del 2040. La cuestión de los plazos no es menor, teniendo en cuenta que uno de los principales objetivos del programa es contrarrestar las crecientes capacidades aéreas de China en el escenario Indo-Pacífico, país que ya ha avanzado en los vuelos de prueba con sus cazas de sexta generación J-36 y J-50.
Una demora en el programa F/A-XX podría dejar a la Armada de EE.UU. sin un caza moderno, capaz de operar desde portaaviones en la década de 2030 y más allá, lo que implicaría una considerable merma de la flota a la hora de proyectar poder en áreas de operaciones disputadas y ante adversarios con capacidades elevadas, como es el caso de China.
Pese a que aún no se anunció una decisión, se ha iniciado una disputa política entre los que promueven el programa F/A-XX, incluida la Armada de EE.UU., junto a congresistas, a los fines de evitar que una decisión de la administración Trump termine por cancelar o demorar la iniciativa para un caza de sexta generación.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Boeing
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