Más de veinte personas murieron y varias resultaron gravemente heridas tras un ataque perpetrado por hombres armados contra un grupo de turistas en la localidad de Pahalgam, en la región de Cachemira, administrada por India.

El gobierno indio confirmó que los autores del ataque abrieron fuego contra un grupo de visitantes nacionales que recorrían este enclave montañoso del Himalaya, conocido por su atractivo natural y considerado uno de los motores del turismo interno en el país, que, si bien aun ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado, las autoridades ya han desplegado al ejército y a unidades especiales de la policía regional para contener la situación y lanzar una operación de búsqueda intensiva.
El gobierno indio refuerza su postura contra el terrorismo
El primer ministro Narendra Modi condenó enérgicamente el ataque y prometió una respuesta firme a través de un comunicado publicado en redes sociales, asegurando que los responsables “serán llevados ante la justicia” y reiteró que “la determinación de India en la lucha contra el terrorismo se fortalecerá aún más”.
El ministro del Interior, Amit Shah, viajó de inmediato a Srinagar, capital de verano del territorio, para encabezar una reunión de seguridad de carácter urgente.
La gravedad del atentado fue subrayada por el ministro principal regional, Omar Abdullah, quien lo calificó como “el mayor ataque contra civiles en años”. Las imágenes difundidas por medios indios y usuarios en redes sociales —aún no verificadas por fuentes independientes— muestran escenas de caos y desesperación, con cuerpos tendidos sobre la hierba y gritos de auxilio tras los disparos.
Cachemira: entre el conflicto histórico y los desafíos del presente
La región de Cachemira ha sido epicentro de tensiones entre India y Pakistán desde la partición de 1947, donde ambos países, dotados de armas nucleares, reclaman la soberanía sobre el territorio en su totalidad, además, la insurgencia armada contra el control indio, iniciada a fines de los años 80, ha provocado decenas de miles de muertes, incluyendo a civiles, militantes y miembros de las fuerzas de seguridad.
Desde la revocación del estatus especial de la región en 2019 por parte del gobierno de Modi, la violencia ha disminuido en términos generales, no obstante, persisten focos de tensión, especialmente vinculados a grupos armados que rechazan la autoridad india.
El ataque en Pahalgam se suma a otros episodios recientes de violencia. En junio de 2024, un atentado contra un autobús de peregrinos dejó nueve muertos y 33 heridos. En 2019, un atentado suicida mató a 46 soldados indios, desencadenando represalias aéreas contra territorio paquistaní. Estos hechos han contribuido a consolidar una narrativa oficial centrada en la lucha antiterrorista y el fortalecimiento del control interno, muchas veces en detrimento de los derechos civiles.
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