Este sábado por la mañana, un bombardeo por parte de Israel impactó contra una escuela en Deir al Balah, en la mitad meridional de Gaza, dejando un aproximado de treinta fallecidos, en su mayoría niños y mujeres. Los ataques ocurrieron un día antes de que funcionarios de Estados Unidos, Egipto, Qatar e Israel se reúnan en Italia para discutir las negociaciones en curso sobre los rehenes y el cese del fuego del conflicto.
Por el momento, Estados Unidos había afirmado que tanto Israel como Hamás estaban de acuerdo con el marco básico de la propuesta que se está considerando actualmente. No obstante, el Estado judío reclama que no dará ninguna tregua hasta alcanzar una “victoria total” contra su “enemigo”.
Desde Palestina la situación es ahora diferente luego del ataque. El portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, afirmó en un comunicado que “cada vez que la ocupación bombardea una escuela que acoge a desplazados, solamente vemos algunas condenas y denuncias que no obligarán a la ocupación a detener su sangrienta agresión”.
En paralelo, este mismo sábado por la tarde Israel recibió una respuesta desde El Líbano. Hezbolá emitió una andanada de cohetes disparados desde este país contra los Altos del Golán, donde el servicio de urgencias médicas de Israel informó que al menos once personas fallecieron.
Según declaraciones del portavoz militar israelí, Daniel Hagari, se trató del “ataque más mortífero contra civiles israelíes desde el 7 de octubre” y afirmó que su país preparará “una respuesta contra Hezbollah, actuaremos”. En términos de la Estrella de David Roja las víctimas tenían entre 10 y 20 años de edad ya que el ataque se llevó a cabo contra un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams. Nueve de los heridos se encuentran en estado crítico.
En consonancia, el Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz,declaró que “el ataque de Hezbolá hoy cruzó todas las líneas rojas, y la respuesta será acorde. Nos acercamos al momento de una guerra total contra Hezbolá y el Líbano”.
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