El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el Gobierno Nacional hace un año atrás, cierra este 2025 con grandes logros y significativos avances. En octubre de este año, el flamante régimen cumplió un año desde su puesta en marcha operativa. A lo largo de este 2025, el Comité Evaluador del RIGI aprobó nueve de los veinte proyectos presentados, rechazando solamente uno de ellos, por no cumplir con los requisitos.

El objetivo de esta política gubernamental es promover la inversión en el territorio nacional e impulsar la inserción de la República Argentina, a través del desarrollo de los principales sectores estratégicos. Sin embargo, con el marco legal impulsado para el RIGI, el gobierno de Javier Milei busca que el régimen trasciende la escena y coyuntura política actual, instalándose en el tiempo, mediante el impulso de los principales sectores estratégicos de la Nación argentina –como la energía, la minería, la infraestructura y la industria–.
En este sentido, el RIGI ha buscado atraer y promover la inversión extranjera directa (IED) al país para proyectos de gran envergadura y el desarrollo de la matriz productiva argentina. Desde entonces, el país busca fomentar las exportaciones locales, bajo un marco que ofrece estabilidad e incentivos tributarios, fiscales, aduaneros y cambiarios a largo plazo.

Las aprobaciones del 2025
Este 2025, el Comité Evaluador del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones aprobó nueve iniciativas y proyectos de envergadura, siendo el primero de ellos “Vaca Muerta Oil Sur”, el cual fue aprobado e incorporado al RIGI en marzo del corriente año. Las inversiones totales asignadas, en el marco del Régimen, suman un total de U$S 24.800 millones, donde el rubro energético y la minería asumen un protagonismo estratégico.
Las iniciativas aprobadas, entonces, por el Comité Evaluador del RIGI este año fueron:
- Vaca Muerta Oil Sur (Consorcio Vmos, de YPF en conjunto con PAE, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol y Shell).
- Buque de Licuefacción de Gas Natural (Southern Energy y Golar LNG).
- Parque Solar El Quemado (YPF Luz).
- Parque Eólico Olavarría (ArcelorMittal y Acindar).
- Rincón (Río Tinto).
- Hombre Muerto Oeste (Galán Lithium).
- Los Azules (McEwen Cooper).
- Planta industrial de acero (Sidersa).
- Terminal Multipropósito en Timbúes (Terminales y Servicios S.A.)
De esta manera, este 2025, el RIGI ha concretado significativos avances y logros, en materia de inversiones y capitales. De los proyectos aprobados este año dos pertenecen al sector energético, tres a la minería, dos se vinculan al desarrollo de energía renovable, uno a la industria siderúrgica y el último de los nueve, a la infraestructura.

De este modo, es posible reconocer que la energía y la minería concentran el principal interés de los grandes proyectos de inversión estratégica, en el marco del RIGI. Es menester recordar que, existen tendencias globales y regionales en el campo de la energía y la minería que posicionan a estos dos sectores como ejes estratégicos del futuro económico de la Argentina, en el marco de una profunda transición energética, y el RIGI así lo demuestra.
Un 2025 donde no faltaron las críticas
Este año, el régimen ha sido criticado por su transparencia y sus beneficios locales, cuestionando, incluso, si la medida efectivamente produce beneficios para la economía local y los trabajadores argentinos, en tanto se han abandonado las políticas de promoción industriales para incentivar esta política de promoción de inversión transversal. En este sentido, el RIGI ha sido cuestionado y criticado por ir en contra del régimen de política industrial. De hecho, la promoción del régimen no diferencia entre capitales nacionales o extranjeros, lo que de acuerdo al Centro de Economía Política Argentina (CEPA), va en contramano de las recomendaciones, en materia de política industrial, y profundiza un proceso de extranjerización, en lo que es la explotación de los recursos naturales.
Uno de los puntos más criticados del RIGI es, además, que el régimen de promoción de inversiones no presenta iniciativas de protección del tejido productivo local, mientras incluye una serie de importantes y significativos beneficios impositivos, fiscales y arancelarios, que competirán, de manera directa, con la producción nacional. El régimen tiende a beneficiar, en mayor medida, al inversor extranjero, dado que el local deberá pagar aranceles por los insumos necesarios, para producir el mismo bien de capital.
Oportunidades y desafíos para el próximo año
De cara al próximo año, la Argentina debe aprovechar las oportunidades que el escenario geopolítico global le ofrece, ante un mundo marcado por disputas comerciales, una creciente demanda global minera y energética, producto de la carrera por la transición energética, y conflictos geopolíticos, que obstaculizan los principales corredores comerciales. El país tiene la materia prima y las capacidades necesarias para ofrecer los recursos, que resultan estratégicos, como el petróleo, el gas, el litio, el cobre y el oro, en un mundo de competencia creciente.

El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones busca potenciar y fomentar el desarrollo de los principales sectores estratégicos, a través de la llegada de capitales e inversiones estratégicas, y busca insertar a la Argentina entre las principales cadenas globales de valor. Sin embargo, existen sectores estratégicos de la economía argentina en los cuales el RIGI aún parece no traccionar ni operar, como la tecnológica, el turismo y el foresto industria.
En este sentido, la aprobación e inclusión del último proyecto –Terminal Multipropósito en Timbúes– resulta crucial, en tanto configura la primera iniciativa en materia de infraestructura. De hecho, dicha iniciativa permitirá potenciar las exportaciones argentinas e impulsar la logística industrial del país, a través de la construcción del nuevo puerto multipropósito en Timbúes (Santa Fe), sobre la ribera del Río Paraná.
De cara al próximo año, el Gobierno Nacional busca que el Comité Evaluador avance en el tratamiento del resto de los proyectos presentados, que aguardan a ser aprobados e incorporados. No obstante, según se estima, la mayoría de ellos corresponden al sector minero, siendo los dos más grandes de la firma Glencore, por un monto de U$S 13.500 millones. En esta línea, este sector ya presiona al oficialismo para que extienda, por un año, el régimen –en tanto, la ventana actual de presentación de proyectos vence en julio de 2026–.

La información fue reconocida por el viceministro de Energía y Minería, Daniel González, durante el evento “Oro, Plata y Cobre 2025” organizado por Panorama Minero, donde afirmó que la decisión deberá tomarla el Presidente durante el verano. Desde el sector minero, admiten que el problema es que se trata de una industria con largos tiempos de maduración y varios proyectos “llegan muy justos” al deadline actual, de ahí el fuerte lobby empresario para activar la prórroga prevista en la propia ley.
El RIGI cierra un año con significativos avances y logros, con nueve aprobaciones oficiales, que representan un total de U$S 24.800 millones, y diez en espera, de cara al 2026. Si bien, la política del gobierno de Javier Milei, impulsada bajo el Ministerio de Economía, enfrentó severas críticas y cuestionamientos, los logros y resultados obtenidos este año no han quedado opacados, sino más bien todo lo contrario. De cara al próximo año, se buscan más avances y el tratamiento de los diez proyectos restantes presentados. Bajo la presión del sector minero, el gobierno baraja la posibilidad de extender un año más el plazo de presentación de proyectos para su ingreso al régimen y a los beneficios que este proyecta para la economía local y la matriz productiva nacional.
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