El gobierno de Javier Milei anunció un cambio clave para el sector agroexportador: redujo de forma permanente las retenciones a la soja, el maíz, el trigo y otros granos. La medida se alínea con la promesa oficial de eliminar por completo los derechos de exportación “tan pronto como las condiciones macroeconómicas lo permitan”.
El anuncio fue detallado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en su cuenta de X, y confirmado luego por medios financieros internacionales. Según lo informado por Caputo, las nuevas alícuotas serán:
- Soja: baja de 26% a 24%.
- Subproductos de soja (harina y aceite): de 24,5% a 22,5%.
- Trigo y cebada: de 9,5% a 7,5%.
- Maíz y sorgo: de 9,5% a 8,5%.
- Girasol: de 5,5% a 4,5%.
“El camino es claro”
La cartera de Economía presentó la medida como un “nuevo paso en el camino del alivio fiscal para el campo” y subrayó que se trata de recortes permanentes, a diferencia de rebajas temporarias aplicadas en otros momentos del año para acelerar liquidaciones y reforzar el ingreso de divisas. La apuesta oficial es que una baja estructural mejore la competitividad de la agroindustria, que hoy explica cerca del 60% de las exportaciones argentinas, y contribuya a expandir la producción justo en plena cosecha de trigo y en plena siembra de soja.
El movimiento ocurre en un contexto global en el que la Argentina compite directamente con Brasil como proveedor de granos y subproductos a China, en medio de la guerra comercial de Donald Trump con Pekín, que viene reconfigurando flujos de comercio agrícola a favor de Sudamérica. El gobierno de Milei, de esta manera, busca que la reducción de retenciones funcione como señal pro-mercado hacia los productores y hacia el exterior, sin resignar de golpe un ingreso fiscal que todavía es relevante para las cuentas públicas.
Por ahora, la señal es evidente: el agro vuelve a ser el sector elegido para motorizar la entrada de dólares y anclar el discurso de “menos impuestos, más producción” que la Casa Rosada intenta instalar como marca de gestión. “Esta baja de retenciones busca mejorar la competitividad de la agroindustria. El camino es claro: menos impuestos, más producción, más oportunidades y trabajo para todos los argentinos“, en palabras de Caputo.
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