El día de ayer, el Gobierno Nacional anunció la aprobación de la nueva Política de Inteligencia Nacional –la primera luego de dos décadas–, que actualiza los lineamientos y objetivos del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN). Por medio de sus redes sociales, la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) informó la aprobación de una nueva Política de Inteligencia Nacional, por primera vez tras veinte años.
La última actualización de la Política de Inteligencia Nacional data de principios de los años 2000. Desde entonces, el Sistema de Inteligencia Nacional atravesó un prolongado proceso de intervenciones y reformas institucionales, que incluyeron la creación, intervención y posterior disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que sería reemplazada por la restitución de la Secretaría de Inteligencia de Estado, con la llegada de La Libertad Avanza al poder, junto a la creación de nuevos organismos desconcertados especializados, a través del Decreto 614/2024.

La nueva Política de Inteligencia Nacional, oficializada por el Gobierno Nacional el día de ayer, establece seis lineamientos estratégicos y objetivos generales del Sistema de Inteligencia Nacional, que orientarán la labor de todo el sistema, en el marco de un contexto internacional caracterizado por disputas geopolíticas, competencia tecnológica y amenazas híbridas. En esta línea, la Secretaría de Inteligencia de Estado busca posicionar a la República Argentina en el plano internacional, preservar la soberanía y la autonomía estratégica del país y proteger los recursos estratégicos, como así también las infraestructuras esenciales del territorio nacional.
A su vez, la Política de Inteligencia Nacional delimita como un lineamiento estratégico y un objetivo general la prevención y el combate contra el terrorismo y el crimen organizado, en todas sus manifestaciones y formas posibles. En esta misma línea, también busca anticipar y contrarrestar las amenazas en el ciberespacio que sean de interés nacional y contrarrestar todo tipo de actividades de inteligencia externas, que afecten los intereses nacionales.
De acuerdo al comunicado oficial de la SIDE, a través de sus redes sociales, estas nuevas disposiciones buscan orientar los esfuerzos del Sistema de Inteligencia Nacional, bajo la dirección y la coordinación de la Secretaría de Inteligencia de Estado –donde esta semana el Presidente de la Nación, Javier Milei, oficializó un cambio clave en la cúpula decisoria del organismo–. Con la aprobación de la nueva Política de Inteligencia Nacional, el Poder Ejecutivo busca consolidar un “Estado moderno, seguro, soberano y fundado en los valores de la libertad”.

El Anexo I
El Anexo I establece que, una vez definida la Política de Inteligencia Nacional, la SIDE –como órgano superior del Sistema de Inteligencia Nacional– deberá ejercer “el control y coordinación en el marco de la Ley de Inteligencia Nacional N° 25.520 y sus modificaciones”. En este sentido, se especifica que los lineamientos estratégicos y los objetivos generales definidos deberán guiar la interacción y la articulación del SIN, con otros organismos de inteligencia, con el objetivo de facilitar el intercambio de información e inteligencia, en función de las propias necesidades de conocimiento del Estado Nacional y las competencias específicas de dichos organismos.
Un punto no menor de la nueva Política de Inteligencia Nacional es que, sus lineamientos y objetivos, permitirán ordenar el esfuerzo “mancomunado” de todos los órganos y entes del Sector Público Nacional (SPN) para contribuir con la información que fuese requerida, dentro de los límites establecidos por la Ley de Inteligencia Nacional y sus modificaciones, para la producción de inteligencia nacional del SIN.

Bajo la premisa de “Inteligencia Nacional, vigilia permanente por la Seguridad Estratégica de la República Argentina”, el Anexo I determina que “estos lineamientos serán la guía que deberá orientar todos los esfuerzos y actividades, en apoyo a las máximas autoridades para la consecución de los intereses estratégicos de la NACIÓN ARGENTINA, en el camino de convertir a la REPÚBLICA ARGENTINA en una potencia moderna, soberana y fundada en los valores de la libertad”.
Un anuncio clave en medio de cambios estratégicos
El anuncio de la aprobación de la nueva Política de Inteligencia Nacional se produce en medio de los cambios en la Secretaría de Inteligencia de Estado. Esta semana, el Presidente Milei anunció la oficialización de un cambio estratégico en la cúpula decisoria del área de inteligencia nacional. El Jefe de Estado argentino dispuso el cese de Sergio Neiffert como Secretario de Inteligencia de Estado, a través del Decreto 852/2025, designando en su lugar a Cristian Auguadra.

Este cambio forma parte de un reordenamiento interno. Auguadra ya formaba parte de la estructura de inteligencia nacional, de hecho, este se encontraba a cargo del control interno de la División de Asuntos Internos (DAI). Con la decisión del primer mandatario, Auguadra ahora pasa a conducir la Secretaría de Inteligencia de Estado, en reemplazo de Neiffert. Como adelantó este medio, al tratarse de un área estratégica —vinculada a la producción de inteligencia para el Poder Ejecutivo– el cambio consolida a un perfil técnico-contable en la cima del organismo, en línea con el estilo de Milei de colocar figuras de confianza con trayectoria en control y auditoría en puestos sensibles del Estado.
De acuerdo al oficialismo, “esta nueva etapa profundizará los cambios iniciados para dotar a la Argentina de un servicio de inteligencia a la altura de los desafíos contemporáneos y del lugar que nuestro país ocupa hoy en el escenario global”. De esta manera, la presentación de la nueva Política de Inteligencia Nacional se condice con los cambios estratégicos impulsados por el Gobierno Nacional en la cúpula de inteligencia del Estado argentino, que esta semana oficializó la salida de Neiffert de la SIDE.
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