Orvana Minerals Corp, empresa canadiense, confirmó que su subsidiaria en Argentina inició un estudio geofísico avanzado en el proyecto Taguas, ubicado en plena cordillera de la provincia de San Juan. El movimiento marca un giro estratégico en la exploración del bloque, que apunta ahora a evaluar un sistema mineral más amplio que el originalmente delineado en la Evaluación Económica Preliminar (PEA) de 2021.
La compañía anunció que está “reorientando” la estrategia de Taguas para integrar nuevas líneas de investigación centradas en los cuerpos sulfurados subyacentes y en la posible presencia de un sistema de pórfido profundo. Esta reinterpretación amplía significativamente el potencial del depósito, que hasta ahora estaba enfocado en mineralización aurífera y argentífera de zonas oxidadas.
La actualización surge tras una revisión exhaustiva de datos históricos combinada con el nuevo relevamiento geofísico. El objetivo es priorizar blancos de perforación con mayor potencial y reducir la incertidumbre geológica antes de iniciar la campaña de perforación profunda prevista para enero de 2026.
Sobre Orvana y el proyecto Taguas
Orvana Minerals Corp. es una productora multinacional de oro, cobre y plata con un portafolio diversificado de operaciones y proyectos. Su principal operación en funcionamiento es El Valle, en Asturias (España), donde a través de su subsidiaria Orovalle Minerals S.L. gestiona las minas El Valle y Carlés, además de una planta de procesamiento dedicada a la producción de concentrado de cobre y doré. En paralelo, mantiene en Bolivia el conjunto de activos del proyecto Don Mario —administrado por su subsidiaria EMIPA— actualmente en estado de cuidado y mantenimiento tras la suspensión temporal de operaciones en 2020.
A esto se suma la propiedad Taguas, ubicada en San Juan (Argentina), adquirida de manera formal en 2021 y compuesta por quince concesiones mineras a más de 3.500 metros de altura. Esta unidad constituye uno de los pilares de crecimiento futuro de la compañía: Taguas no solo incorpora un recurso aurífero y argentífero previamente modelado, sino que abre la puerta a una estrategia de exploración más amplia hacia mineralización de sulfuro y un potencial sistema de pórfido más profundo.
El proyecto Taguas comprende quince concesiones mineras que totalizan unas 3.274 hectáreas dentro de un cinturón metalogénico andino reconocido por alojar depósitos epitermales de oro y plata, así como mineralización de cobre y sistemas de pórfido de alta sulfuración. Esta región es considerada una de las zonas más prolíficas de la minería cordillerana argentina. Y es bajo este esquema que la empresa continúa alineada con su enfoque estratégico de largo plazo de optimizar operaciones, reducir costos unitarios y expandir su base de producción.
El rol de San Juan
El avance de Taguas se inscribe en el reposicionamiento de la provincia de San Juan como núcleo del nuevo ciclo minero argentino, especialmente en proyectos metalíferos de cobre, oro y plata. Con iniciativas como Josemaría, Filo del Sol, Los Azules y Altar ya en etapas avanzadas, la provincia sumó un nuevo proyecto que podría integrarse a la cartera de exploraciones profundas de escala internacional.
Para la Argentina, la maduración de proyectos como Taguas adquiere relevancia adicional en un contexto de creciente demanda global de minerales críticos —particularmente cobre— impulsada por las necesidades de electrificación, infraestructura y transición energética. En este contexto, si los resultados geofísicos confirman las anomalías estructurales y litológicas esperadas, Orvana avanzará en enero de 2026 con la perforación profunda. Ese programa será clave para comprobar la hipótesis de un sistema de pórfido Cu-Au de mayor escala bajo las zonas epitermales previamente identificadas, lo que la compañía proyecta positivamente.
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