El Congreso de la Nación aprobó anoche una ley que restringe el uso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), propinando un nuevo golpe político al presidente Javier Milei, que enfrenta un escenario legislativo adverso y creciente fragmentación interna en la antesala de las elecciones de medio término.
La iniciativa, que modifica la ley de control parlamentario de DNUs, fue votada por amplia mayoría en Diputados: 140 votos afirmativos, 80 en contra y 17 abstenciones. El texto —ya aprobado previamente por el Senado— dispone que bastará el rechazo de una sola cámara para dejar sin efecto un decreto presidencial, reemplazando el esquema actual que exige mayoría en ambas.
Aunque el oficialismo logró suprimir un artículo que imponía un plazo de 90 días para ratificar los decretos, el texto regresará a la Cámara Alta para definir si se mantiene esa cláusula. Según fuentes parlamentarias, Milei planea vetar la ley, lo que abriría un nuevo frente de tensión con el Congreso.
Un presidente con poder normativo en jaque
Desde su asunción en diciembre de 2023, Milei ha firmado más de 70 decretos —una cifra récord para un primer año de gestión— en los que avanzó con reformas económicas, desregulación del Estado y recortes presupuestarios.
De acuerdo con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el mandatario supera en promedio a todos sus predecesores desde 1983, incluidos Cristina Fernández de Kirchner (78 DNUs en ocho años) y Mauricio Macri (71 en cuatro).
El revés parlamentario se suma a otras tres derrotas legislativas recientes, en las que el Congreso revirtió vetos del Ejecutivo sobre partidas sociales y subsidios. En paralelo, el Gobierno enfrenta un frente económico complejo, marcado por una corrida cambiaria, denuncias de corrupción en programas sociales y negociaciones con Washington por asistencia financiera.
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