El Plan Guaçurarí y el Plan Bandera marcan un nuevo rumbo en la lucha contra el narcotráfico, específicamente complementándose en una estrategia integral para fortalecer el control fronterizo. A lo largo de esta semana, el Ministerio de Seguridad Nacional desplegó dos operativos de gran envergadura que evidencian un cambio de paradigma en la política de seguridad interior.
El Plan Guaçurarí, ejecutado por la Prefectura Naval Argentina en Misiones, permitió el secuestro de más de 50 kilos de marihuana valuados en más de 186 millones de pesos. El operativo se desarrolló en Santa Ana, donde se detectó una embarcación que cruzó desde Paraguay y regresó rápidamente. Gracias al trabajo de la unidad canina antinarcóticos, se hallaron cuatro bolsas con 60 paquetes de droga prensada ocultos a 200 metros de la orilla.
Por otro lado, el Plan Bandera, liderado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), culminó con la detención de siete integrantes de una red narco tras 24 allanamientos simultáneos en Rosario, San Lorenzo y otras localidades santafesinas. La organización operaba con logística propia y utilizaba taxis para distribuir estupefacientes. Se incautaron armas, vehículos, dinero en efectivo y dispositivos electrónicos.
¿El refuerzo fronterizo empieza a dar frutos?
Los operativos de decomiso y control migratorio por parte de la Gendarmería Nacional Argentina han comenzado a tener efectos colaterales en la región. Según denuncias del gobierno boliviano, el endurecimiento de los controles ha provocado una caída drástica en el comercio fronterizo, afectando el flujo de bienes y servicios que históricamente se movían entre ambos países.
Esta situación ha generado preocupación en sectores comerciales del país vecino, que advierten sobre el impacto económico de las nuevas medidas argentinas. Para el Ministerio de Seguridad Nacional, sin embargo, estos resultados confirman la efectividad de la estrategia de control territorial y combate al crimen organizado.
Presupuesto 2026: más recursos para Seguridad y una Gendarmería con rol estratégico
Este impulso por reforzar el control fronterizo desde la cartera de Seguridad puede observarse en el Presupuesto Nacional 2026. El proyecto contempla un aumento significativo en las partidas destinadas al Ministerio de Seguridad Nacional, con el objetivo de modernizar el equipamiento, reforzar la infraestructura y ampliar las capacidades operativas de las fuerzas federales.
En particular, se proyecta que la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) asuma un rol central en la custodia de las fronteras y en la investigación de delitos federales complejos. La articulación con la Policía Federal y con organismos internacionales será clave para enfrentar amenazas como el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo transnacional.
Con una asignación de más de 1.400.000 millones de pesos, la GNA desarrollará programas de formación, asistencia sanitaria, operaciones antidrogas y misiones de seguridad interior. Además, se prevé una inversión en tecnología de punta para mejorar la capacidad de respuesta ante alteraciones del orden público y fortalecer la protección civil.
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