En el marco de la presentación del Presupuesto Nacional para 2026, oficializado por el presidente Javier Milei el pasado lunes por la noche, el Ministerio de Seguridad Nacional ocupa un espacio central en la administración de recursos del Estado argentino. La cartera, liderada por Patricia Bullrich, es considerada clave para el Gobierno de Milei, vinculando la estabilidad fiscal con la capacidad de garantizar orden público y soberanía territorial.
El documento afirma que el equipamiento y modernización de seguridad y defensa es uno de los ejes centrales, afirmando que se continuará con el fortalecimiento de las áreas de defensa nacional y seguridad interior “para el resguardo de la soberanía territorial y con el fin de garantizarles a los argentinos la seguridad y orden público en sus vidas”. Se destaca que la gestión “sostiene que para que un país prospere, debe preservar con firmeza su soberanía territorial. Para ello, resulta indispensable contar con Fuerzas Armadas y de Seguridad modernas y eficaces, capaces de proteger nuestras fronteras y disuadir o neutralizar amenazas externas”.
Inicialmente, afirma que al asumir la gestión “se detectó una debilidad estructural en el área de Defensa, lo que motivó su incorporación a las prioridades estratégicas, especialmente ante amenazas como el narcotráfico y el terrorismo internacional”. Por ende, “uno de los compromisos centrales de esta gestión es garantizar una vida más segura y ordenada para todos los argentinos”.
Los números detrás del discurso
En principio, el documento expresa que los recursos totales de la Administración Nacional en 2026 se prevé que alcancen los $146.564.832,3 millones (14,2% del PIB), incrementándose 20,8% frente a 2025. En este contexto, el Ministerio de Seguridad Nacional recibirá en 2026 un presupuesto de $7.394.295 millones, un incremento del 13,5% respecto de 2025.
La cartera de Bullrich se ubica como la sexta jurisdicción con mayor asignación, detrás de Capital Humano, Tesoro, Deuda Pública, Economía y Salud. Dentro de la función Servicios de Defensa y Seguridad, la Seguridad Interior es la que más recursos concentra: $3.386.272,5 millones.
En términos de magnitud, se la cataloga como función media (0,5% a 3% del gasto total), pero con un peso creciente en la agenda política.
Seguridad como política de Estado
El mensaje presidencial subraya que “para que un país prospere, debe preservar con firmeza su soberanía territorial”. En esa línea, el presupuesto 2026 consolida programas y planes que ya mostraron resultados en los últimos dos años, como el Plan Bandera en Rosario, con la reducción del 65% de homicidios dolosos en la vía pública y la tasa de criminalidad más baja desde 2006. Se suma también la Ley Antimafias, que permitió 1.390 procedimientos, más de 1.000 kg de droga incautada y la declaración de Rosario como “Zona Sujeta a Investigación Especial”.
Asimismo, destaca al Plan Güemes en Salta y la Operación Roca como el despliegue militar y controles reforzados en la frontera norte contra narcotráfico, contrabando y trata, junto al Plan Guacurarí, en Misiones, para la creación de un Comando Unificado para enfrentar delitos federales en la frontera con Brasil.
Por último, el documento subraya el Plan Federal de Ciberdelitos en respuesta a la creciente amenaza digital, en línea con los informes internacionales que advierten sobre la vulnerabilidad regional en ciberseguridad; y, por otro lado, la reforma penitenciaria, donde con el programa Manos a la Obra, internos confeccionaron 6.500 uniformes, primera renovación integral en 13 años.
Legitimidad política de la Seguridad Nacional
Los datos oficiales proveídos en el Presupuesto 2026 destacan un descenso histórico en los índices de violencia, reforzando la narrativa oficial de que la seguridad no es solo un gasto. Este énfasis en seguridad también se explica por el entorno hemisférico crítico, ya que informes recientes advierten que América Latina atraviesa la “convergencia de amenazas más compleja de su historia contemporánea”: crimen organizado transnacional, terrorismo, ciberataques y penetración extranjera.
En ese marco, la apuesta de Milei busca blindar a la Argentina frente a fenómenos que ya desbordaron a países vecinos como Ecuador o México. A grandes rasgos, el Presupuesto 2026 ratifica que la seguridad interior es prioridad del gobierno no sólo como política sectorial, sino como un eje de política de Estado.
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