La reciente venta del predio, donde operaba el Comando Conjunto de Ciberdefensa (CCC), y las posibilidades de reubicación, ya han despertado una serie de interrogantes sobre el futuro de la estrategia del Estado Nacional, en materia de ciberdefensa. En este sentido, resulta interceptar presentar los detalles del proceso de venta y la posible reubicación del CCC, y el rol del Ministerio de Defensa.
Como adelantamos desde El Estratégico, la reciente subasta del edificio, donde operaba el Comando Conjunto de Ciberdefensa, que se ubicaba en Avenida de los Italianos 365 (Puerto Madero), marca un nuevo capítulo dentro del proceso de desinversión estatal, impulsado por el Gobierno Nacional. Según se conoció, el inmueble fue vendido por 34 millones de dólares, por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), en el marco del Decreto N°950/2024.
En este sentido, según fuentes cercanas a El Estratégico, el proceso de venta del predio del Comando Conjunto de Ciberdefensa se enmarca dentro de un plan del Gobierno Nacional, que busca desprenderse de más de 300 propiedades públicas y recaudar cerca de 800 millones de dólares, en el marco del mencionado decreto, que autoriza a AABE a vender inmuebles estatales innecesarios para la gestión pública. En este sentido, resulta interesante, preguntarse si el Comando Conjunto de Ciberdefensa es, efectivamente, un “inmueble innecesario” para la gestión pública.
El proceso de venta
El proceso de venta del inmueble donde funcionaba el Comando Conjunto de Ciberdefensa, ubicado en Puerto Madero, estuvo a cargo de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, quien por subasta pública, vendió el edificio por 34 millones de dólares al Fideicomiso Inmobiliario Madero 6. Su oferta superó el precio base establecido, de 23,2 millones de dólares, y fue la más alta entre seis participantes.
De esta manera, el Fideicomiso Inmobiliario Madero 6, integrado por un conjunto de inversores y empresas que se unieron para presentar una oferta conjunta en esta subasta, compraría el inmueble del Comando Conjunto de Ciberdefensa, que se intentó vender, sin éxito, durante la gestión de Mauricio Macri y se bloqueó en la administración de Alberto Fernández, con Agustín Rossi, como Ministro de Defensa, en el marco de su segunda gestión en dicha cartera. El mencionado fideicomiso está conformado por oferentes destacados como Madero 6, Olympia Development, Creaurban y Milamax, con la participación de la familia Brito, conocida por su intervención en diversos sectores, entre los que se destacan el bancario, inmobiliario, agropecuario y energético, y de Benjamín Gabriel Romero, conocido por su participación en la concesión de la Hidrovía.
Considerando que en el inmueble se albergan importantes y críticas funciones, en el marco de la seguridad y la defensa nacional, el proceso y la operación de venta de esta propiedad pública no es una más dentro del montón. Cabe destacar, precisamente, que en dicho inmueble se coordinan todas las operaciones de ciberdefensa, que se encargan de proteger las redes informáticas del Ministerio de Defensa y otras infraestructuras críticas y sensibles del Estado Nacional. Su venta plantea interrogantes y abre un fuerte debate, que va más allá del balance y el equilibrio fiscal, sobre todo, teniendo en consideración que no se ha definido, aún, un inmueble de reemplazo ni un plan oficial de contingencia y transición detallado.
Las implicancias del traslado del Comando Conjunto de Ciberdefensa
El traslado y la reubicación del Comando Conjunto de Ciberdefensa conlleva un conjunto de implicancias, para la seguridad nacional y operativa, que merecen ser analizadas. Entre ellas, se destaca el tiempo de instalación de una nueva dependencia, el costo aproximado, el tiempo de recuperación operativa y el riesgo del traslado de los equipos.
La instalación de una nueva dependencia contempla un tiempo total estimado de 2 a 3 años, desde el inicio del proyecto de infraestructura tecnológica, que dependiendo de la complejidad y la coordinación entre las partes involucradas podría demorar más, hasta la puesta en marcha operativa de la nueva dependencia. La construcción de un edificio con las características específicas de ciberdefensa contempla un tiempo estimado de entre 18 a 24 meses. Sin embargo, si se reutiliza una infraestructura existente, el plazo de construcción podría acortarse y la puesta en marcha operativa podría demorar menos. No obstante, la instalación de los sistemas informativos y la configuración de los equipos puede, incluso, llegar a demorar entre 6 y 12 meses adicionales; lo que en total contempla un tiempo aproximado de instalación de 2 a 3 años, para el funcionamiento de una nueva dependencia; mientras que la ciberdefensa nacional necesita continuar operando, con normalidad, ante el desarrollo de las ciberamenazas.
En términos de costos, el proyecto de traslado y reubicación del Comando Conjunto de Ciberdefensa, con la construcción de una nueva dependencia, contempla un total estimado de 17 a 35 millones de dólares, que dependerán de las características y la complejidad del proyecto. La cifra incluye los costos de infraestructura edilicia y equipamiento tecnológico, como así también los costos operativos iniciales, que contemplan la capacitación del personal, las pruebas de sistemas y la migración. En cuanto al tiempo de recuperación operativa, se estima que la recuperación plena de las capacidades operativas del Comando podrían demorar de 6 a 12 meses, desde la migración y el traslado, teniendo en consideración la instalación y la prueba de sistemas, el ajuste de los procedimientos y la coordinación, como así también la resolución de los problemas técnicos que pudieran surgir en el proceso. Los cálculos presentados, en este análisis, son aproximados y pueden variar, de acuerdo a las especificidades del proyecto y el entorno local.
Dentro de las implicancias del traslado del Comando Conjunto de Ciberdefensa, que merecen ser analizadas, también se encuentran los riesgos asociados al traslado de los equipos. Dentro de los cuales, se identifica el daño físico, dado que los equipos tecnológicos y los servidores son sensibles a los golpes, las vibraciones e incluso, a determinadas condiciones ambientales, como las altas temperaturas y la humedad. Un daño físico, como los mencionados, podría causar una severa pérdida de datos o incluso, fallas irreparables en los equipos y servidores, afectando la capacidad operativa del Comando.
Sin embargo, el daño físico no es el único riesgo asociado al traslado de los equipos. Durante este, también podrían producirse riesgos de interceptación de datos sensibles, lo que implica un compromiso de la seguridad de la información, que exige y demanda estrictas medidas de protección; o así también pérdidas y extravíos. En un traslado, mal planificado y ejecutado, se podrían dañar o perder componentes críticos, que afecten la operatividad del Comando. Finalmente, si el traslado no es gradual o se carece de redundancia, la capacidad de respuesta podría verse seriamente limitada durante el proceso, con interrupciones operativas.
¿Cómo mitigar los riesgos de traslado y reubicación?
Los riesgos de traslado y reubicación del Comando Conjunto de Ciberdefensa pueden ser mitigados, con el diseño de una planificación escalonada, el uso de contenedores especializados y un protocolo de seguridad reforzado. En este sentido, el Estado Nacional debería contemplar el diseño de una planificación escalonada que proyecte el traslado de los equipos y los servidores, en fases, y permita garantizar la redundancia operativa y disminuir los riesgos asociados a su traslado. Para ello, el uso de contenedores especializados, resulta crucial, dado que estos permiten proteger a los equipos sensibles de condiciones adversas y evitar un daño físico.
La planificación, por su parte, debe contemplar la aplicación de un reforzado protocolo de seguridad, que asegure con estrictas medidas físicas y cibernéticas, el transporte y almacenamiento adecuado. Finalmente, para evitar retrasos y demoras operativas, sería conveniente realizar pruebas pre y post traslado, con el objetivo de asegurar que todos los sistemas, equipos y servidores funcionen antes y después del correspondiente traslado.
El rol del Ministerio de Defensa en la venta del inmueble del CCC
El Ministerio de Defensa de la Nación, como organismo responsable de la Defensa Nacional y la coordinación de las Fuerzas Armadas, tiene un rol crucial en la venta del inmueble que alberga al Comando Conjunto de Ciberdefensa (CCC). Por ello, antes de proceder con la mencionada venta, se supone que el Ministerio tendría que haber desarrollado las medidas necesarias para garantizar que la seguridad nacional y la operatividad de la ciberdefensa nacional no se vean comprometidas, ante el remate público de la propiedad, donde opera y desarrolla sus funciones el comando correspondiente.
En este contexto, cabe preguntarse si durante el mencionado proceso, el Ministerio de Defensa, en calidad de organismo responsable de “asistir al Presidente de la Nación, y al Jefe de Gabinete de Ministros en orden a sus competencias, en todo lo inherente a la Defensa Nacional y las relaciones con las Fuerzas Armadas dentro del marco institucional vigente”, analizó los riesgos y los costos de operación, infraestructura y logística, de la venta de dicho predio, antes de autorizarla. Así también, ¿se realizó un análisis de riesgos y de planificación sobre la reubicación en un espacio que resulte adecuado, con la necesaria infraestructura de seguridad?.
A la vez, resulta interesante conocer si el Ministerio de Defensa desarrolló algún tipo de plan de contingencia, con el objetivo de garantizar la continuidad operativa del CCC y la protección de la información sensible y crítica, que maneja diariamente el Comando en cumplimiento de sus funciones y tareas, durante el futuro traslado y reubicación. ¿Se habrán evaluado, dentro de un plan de contingencia, las implicancias legales y estratégicas esenciales de la venta para asegurar que no se comprometa la seguridad nacional?.
En este escenario, también cabe preguntarse si ¿el Presidente de la Nación como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas está al tanto de los riesgos y costos de esta venta, como así también de los costos que implica una nueva instalación del CCC?, teniendo en consideración el plan de equilibrio fiscal y déficit cero, impulsado por el propio Presidente, bajo la popular premisa de “no hay plata”. Estos interrogantes, que comienzan a circular en la opinión pública y la esfera política, buscan despejar las dudas e incertidumbres que ya se están generando en torno a este polémico proceso de venta y reubicación del Comando Conjunto de Ciberdefensa, que se suma a otras operaciones de remate público que El Estratégico ha venido documentando, este último tiempo, con preocupación.
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