La reciente creación del Ministerio del Interior y su oficialización, el día de la fecha, abre ciertos interrogantes y plantea una serie de contradicciones estructurales y desafíos, de cara al futuro, para el Gobierno Nacional. El día de hoy, se oficializó la creación del Ministerio del Interior, a través del Decreto N°658/2025, y la designación de Lisandro Catalán como Ministro del Interior, por medio del Decreto N°672/2025, publicado en el Boletín Oficial. De esta manera, el Poder Ejecutivo Nacional instrumentó la creación de este nuevo ente ministerial y la designación de su titular. A pesar de ya haber entrado en funciones, el Presidente de la Nación le tomó juramento a Lisandro Catalán, como flamante Ministro del Interior, y oficializó su entrada al Gobierno Nacional, esta mañana, con una ceremonia en Casa Rosada.
Como adelantamos desde El Estratégico, la designación de Lisandro Catalan como Ministro del Interior busca equilibrar y solucionar la crisis política que está atravesando el Gobierno Nacional, tras la derrota electoral en los comicios bonaerenses y los escándalos de corrupción que envuelven al oficialismo y a la hermana del Presidente de la Nación, de cara a las elecciones nacionales de octubre. En este escenario, el Gobierno de Javier Milei creó el citado ministerio y designó a Catalán, como su titular, funcionario que hasta hoy era Vicejefe de Gabinete del Interior, y debió prestar juramento oficial.
Sin embargo, Catalán ya estaba cumpliendo funciones, desde la semana pasada, cuando el Gobierno Nacional anunció su entrada a la Casa Rosada. Desde entonces, este ha estado buscando recomponer el tenso vínculo con los gobernadores provinciales y los intendentes, como así también con los legisladores, en la evidente búsqueda de apoyo y respaldo político y parlamentario. De hecho, la semana pasada, Catalán estuvo al frente de la organización de la primera mesa federal de diálogo, que tuvo lugar el día jueves, cuando autoridades del Gobierno Nacional se reunieron con los gobernadores aliados (Rogelio Frigeiro, Leandro Zdreo y Alfredo Cornejo).
De ahora en adelante, el flamante Ministro del Interior y mano derecha de Guillermo Francos (Jefe de Gabinete), estará a cargo de recomponer y consolidar el vínculo entre la Nación y las provincias, ante el socavado y frágil poder de negociación del oficialismo. Si bien la designación del ex Vicejefe de Gabinete del Interior fue recibida con el merecido respeto por parte de los gobernadores y mandatarios provinciales, las expectativas no son tan altas como se esperaban y de hecho, están lejos de ser del todo optimistas, por su intrascendencia y el cuestionado poder de decisión que podría tener el Ministro frente al primer mandatario.
¿Alcanzará la figura de Catalán, reconocido por su perfil dialoguista, para recomponer el vínculo del oficialismo nacional con los gobernadores, frente a un creciente malestar por la falta de respuestas desde Nación?. ¿Escuchará el Presidente de la Nación las recomendaciones de su flamante Ministro del Interior?. ¿Tendrá Catalán poder de decisión?. Son algunos de los interrogantes que circulan en la esfera pública, que permanece atenta y expectante a los avances en la gestión de Catalán, quien ya ha logrado desembolsos para Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco y el fin de semana ha concretado encuentros con Gustavo Sáenz, Gobernador de Salta, y Osvaldo Jaldo, Gobernador de Tucumán, en el marco de su estratégica visita a ambas provincias.
Polémica y contradicción
La medida de creación o más bien, de restablecimiento del Ministerio del Interior, que fue oficializada el día de hoy, por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), publicado en el Boletín Oficial, ya genera polémica y contradicción. Desde su asunción al poder gubernamental, el Gobierno Nacional de La Libertad Avanza aboga por la eficiencia del Estado Nacional, de hecho, ello lo llevó a iniciar un proceso de reestructuración estatal, que incluyó la disolución y eliminación de entes ministeriales, con cierres de dependencias, transferencia de responsabilidades y fusión de organismos, entre otras cuestiones.
Sin embargo, la narrativa oficial del Gobierno Nacional, que prometía reducir el aparato estatal, a través de un proceso de reestructuración y reorganización estatal para asegurar la eficiencia, a cargo de Federico Sturzenegger, parece haber quedado atrás. El polémico restablecimiento del Ministerio del Interior contradice la narrativa oficial, en el marco de un contexto en el que el oficialismo necesita apoyo y respaldo político de los gobernadores e intendentes, de cara a las elecciones de octubre e incluso, aún más importante y trascendental, de cara a los próximos dos años de gobierno. Mientras los fondos para las demandas y los reclamos sociales, como el financiamiento universitario, la discapacidad y las jubilaciones, son limitados y generan desajustes en el equilibrio fiscal; paralelamente se dictamina el restablecimiento de una nueva jurisdicción ministerial.
En ese escenario, el Gobierno Nacional, parece haber dejado de lado su plan de reestructuración y reorganización estatal y prioriza la creación del nuevo ente ministerial o más bien, su restablecimiento, ante un creciente contexto de tensiones con los gobernadores provinciales, que el Presidente Milei espera que sea solucionado, de cara a las elecciones legislativas y el tratamiento parlamentario del Presupuesto 2026, que será presentado, oficialmente, esta noche por el primer mandatario, vía cadena nacional. Las contradicciones del oficialismo ganan terreno, una vez más, en medio de los escándalos de corrupción, y plantean nuevos desafíos para La Libertad Avanza, que se encuentra con una frágil institucionalidad y una socavada confianza pública, mientras ya se habla del fracaso de la convocatoria de la mesa de diálogo federal, impulsada por el propio Gobierno Nacional, y la contracumbre provincial.
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