Esta semana, el Gobierno Nacional lanzó una convocatoria pública para la creación de una mesa de diálogo federal, impulsada por la administración nacional tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, de cara a los comicios nacionales, pactados para el mes de octubre. Hasta el momento, pareciera que la reciente mesa de diálogo federal, que buscaba convocar a los gobernadores para recomponer el vínculo entre Nación y las provincias y recuperar apoyo político, está ante las puertas de un inminente fracaso, mientras algunos gobernadores planearon una contracumbre en Córdoba. Los gobernadores estarían dándole, una vez más, la espalda al Gobierno de La Libertad Avanza, rechazando la convocatoria del oficialismo al diálogo, con una cumbre paralela, que no incluye a la Nación. La derrota electoral agudiza el ya socavado y frágil poder de negociación federal que tiene el Gobierno Nacional.
El encuentro de los gobernadores tuvo lugar en Córdoba, con Martín Llaryora (Gobernador de Córdoba) a la cabeza y contó con la participación de Maximiliano Pullaro (Gobernador de Santa Fe), Gustavo Valdes (Gobernador de Corrientes) y Carlos Sadir (Gobernador de Jujuy). La imagen de la contracumbre golpea al Gobierno Nacional, ante el llamado de una mesa federal que pareciera haber fracasado, con la convocatoria de solo tres gobernadores aliados para su inicio, de cara a las elecciones nacionales. Estos son Rogelio Frigerio (Gobernador de Entre Ríos), Leandro Zdero (Gobernador de Chaco) y Alfredo Conejo (Gobernador de Mendoza). De todos los gobernadores convocados, apenas tres concurrieron al encuentro fijado en la Casa Rosada, del que participaron el Ministro de Economía, Luis Caputo; el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el flamante Ministro del Interior, Lisandro Catalán.

Luego de la convocatoria pública de la mesa de diálogo federal, realizada por el Gobierno Nacional, buena parte de los gobernadores, convocados, quienes hasta hace poco eran aliados de la administración libertaria, convocaron una contracumbre desafiante, que busca enviarle un mensaje al oficialismo. Con sede en Córdoba (Río Cuarto), los gobernadores disidentes se reunieron, con Martín Llaryora como anfitrión. Ignacio Torres (Gobernador de Chubut) y Claudio Vidal (Gobernador de Santa Cruz), gobernadores aliados a esta contracumbre, no pudieron hacerse presentes pero brindaron su apoyo y respaldo, desde la distancia. Los mandatarios de las mencionadas provincias son quienes, de hecho, conformaron el nuevo espacio político “Provincias Unidas”, bajo el liderazgo y la coordinación del ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti, que competirá en las próximas elecciones nacionales.
El veto de la distribución del ATN y su impacto en el intento de un diálogo federal
Desde el Gobierno Nacional, donde se dice buscar sentarse a dialogar y negociar con las autoridades provinciales, anunciaron la decisión presidencial de vetar la ley de reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que los propios gobernadores impulsaron, a través de un proyecto de ley conjunto, para coparticipar el ATN, y que fue sancionada hace tan sólo un mes por el Congreso de la Nación. La decisión del Presidente, Javier Milei, llega luego de la designación de Lisandro Catalán, como Ministro del Interior, a fin de recomponer su poder negociación federal y su vínculo con las provincias argentinas, de cara a la elección nacional y los próximos dos años de gestión. En este sentido, según trascendió en el medio “LA NACIÓN”, los gobernadores aliados al oficialismo nacional le solicitaron a Caputo, Francos y Catalán, en el marco de su encuentro, que abran una instancia de negociación para debatir la distribución del ATN, que buscaba asignarle más fondos a las provincias, ante la desactualización del sistema de coparticipación federal y de hecho, a la propia caída de los índices e ingresos coparticipables, en los últimos años.
La expectativa de los gobernadores, frustrados ante el incumplimiento de las promesas del Gobierno Nacional, era sentarse a dialogar y a negociar con el propio Presidente de la Nación. Por su parte, recibieron la convocatoria de una mesa de diálogo federal, que ni siquiera sería encabezada por el primer mandatario. En su lugar, encontraron a Francos, Caputo y Catalan, en quienes ven una continuidad de las conversaciones previas que ya han mantenido con Nación, quien ha incumplido con lo prometido, a pesar de las demandas y los reclamos provinciales. Sin embargo, según afirmaron varios medios de comunicación nacionales, hasta el cierre de este artículo, ninguno de los mandatarios provinciales, recibió, de hecho, la invitación formal de la mesa federal de diálogo. Mientras tanto, Catalán asegura que la convocatoria del Gobierno Nacional busca “estrechar el diálogo; fundamentalmente, con los que tenemos puntos de contactos en la visión de país”.

Ante esta posición, el propio Pullaro le respondió al Gobierno Nacional, asegurando que “es muy difícil que podamos sentarnos nuevamente con el jefe de Gabinete o el ministro del Interior si a ellos no se los habilita, no digo a acordar cuestiones nuevas, sino a materializar lo viejo”. De esta manera, la relación entre Nación y las provincias estaría experimentando un nuevo capítulo de tensión y distancia, que el oficialismo nacional busca resolver antes de las elecciones nacionales, cuando busca una victoria electoral para sumar fuerzas parlamentarias e impulsar su agenda de gobierno, en los próximos dos años de gestión.
Te puede interesar: El Gobierno Nacional ajusta el Presupuesto 2025 – Transferencias, cargos y bienes recuperados