La Cámara Argentina de Indumentaria prepara la “Ley Anti-Shein”, que busca presentar al Congreso de la Nación, ante el auge y el crecimiento de las plataformas comerciales chinas en Argentina y su impacto en el consumo y la industria nacional. El avance de Shein en el país preocupa y alerta a la industria argentina y a los comerciantes, quienes buscan frenar su crecimiento y preparan, para ello, una ley que buscarán presentar ante el Congreso Nacional.
Argentina ya se sumó a la ola de países afectados y perjudicados por el crecimiento de Shein, la plataforma comercial china que ofrece servicio puerta a puerta de indumentaria, accesorios y productos de belleza, entre otros, a precios considerablemente bajos en comparación con la industria local y a gran velocidad. Shein y Temu han logrado consolidarse en el mercado argentino, gracias a la valuable oferta de diferente tipo de productos, a precios que, sin lugar a dudas, resultan considerablemente más bajos que los del mercado local. De esta manera, ante un complejo contexto económico local y la creciente pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, los consumidores argentinos optan por importar, a través de este canal de e-commerce, aunque en detrimento de la propia industria, que ante cifras récord de importaciones vía courier, ya ve comprometida su competitividad.

Las empresas textiles del rubro son conscientes de la baja del consumo y la pérdida de competitividad frente a las plataformas comerciales internacionales, sobre todo de origen chino, como Shein y Temu. Principalmente, a causa del aumento de los costos internos, la caída de la demanda interna y la apertura comercial. Hoy en día, la industria local es víctima de altos costos de producción y cargas impositivas. Sin embargo, si bien el rubro ofrece alternativas locales con ofertas que continúan vigentes, en Flores y Once; Shein, ofrece la comodidad, propia del e-commerce, de comprar desde el hogar y el celular, pero con una amplia variedad, a precios considerablemente bajos y con la garantía de una entrega veloz.
A día de hoy, ocho de cada diez empresas locales del rubro han reducido significativamente sus ventas. De hecho, los comercios minoristas de indumentaria y calzado reportan caídas de sus ventas, dado que no pueden competir contra los precios de las plataformas chinas. De esta manera, este fenómeno se atribuye al crecimiento de las plataformas comerciales como Shein y Temu. El modelo de negocios de este tipo de plataformas coloca en desventaja real a los productores y comerciantes locales, que deben enfrentarse a una coyuntura económica, financiera e impositiva local que, en vez de ayudarlos y respaldarlos, los presiona con costos más altos, estructuras rígidas y severas cargas impositivas y tributarias.

La “Ley Anti-Shein”
Ante este escenario y con la preocupación de la industria textil-indumentaria nacional, la Cámara Argentina de la Indumentaria se propuso impulsar la “Ley Anti-Shein”, tomando a Francia como modelo. El Parlamento francés fue un impulsor de esta ley, al sancionar esta normativa, en junio de este año. La disposición francesa ya comienza a ser utilizada como un modelo a seguir por diferentes países del mundo. Ahora, también la Argentina se suma a esa lista de países que busca adoptar la “Ley Anti-Shein” para frenar el avance de esta plataforma comercial en el país y la región.
Según trascendió, el proyecto de ley, que buscaría presentar la Cámara Argentina de Indumentaria, tomando como base el modelo normativo francés, incluiría cláusulas sobre controles ambientales, certificados de origen, niveles de toxicidad, cambios arancelarios e impositivos, entre otros; con el objetivo de frenar el crecimiento de Shein en la Argentina y proteger a la industria nacional, que ha tenido que bajar sus precios para incentivar el consumo local, conociendo las implicancias de pérdida de rentabilidad. Incluso, se contempla la posibilidad de imponer nuevas regulaciones aduaneras, más severas, o en su defecto, revisar los esquemas de importación para evitar la competencia desleal.

Debido a la magnitud de esta problemática y el impacto de la misma en el funcionamiento de la industria local, ya son varios los actores del sector industrial y del rubro textil y de indumentaria, que plantean la necesidad de que el Estado Nacional intervenga para equilibrar el escenario de competencia, ajustando el régimen aduanero vigente para garantizar una competencia más justa, ofreciendo incentivos fiscales a las pymes textiles e invirtiendo en innovación y capacitación para mejorar la competitividad del sector local. Si bien, ello resulta poco probable teniendo en consideración que el Gobierno Nacional propugna una lógica de liberalismo económico; a día de hoy, el Gobierno de Javier Milei aún no se ha expresado respecto al tema.
El desafío de cara al futuro es descifrar cómo logrará adaptarse la industria argentina frente a este nuevo escenario de consumo masivo, como resultado del avance de las plataformas comerciales chinas, y si efectivamente, la Cámara Argentina de Indumentaria logrará presentar su proyecto de ley (“Anti-Shein”) ante el Congreso de la Nación, donde en caso de ser así, los diputados y senadores deberán debatir y darle tratamiento a esta demanda del rubro textil local.
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