El Ministerio de Comercio de la República Popular China anunció, el pasado miércoles, que extiende su investigación sobre el aumento de las importaciones de carne vacuna entre 2019 y el primer trimestre de 2024. La prórroga de la investigación, anunciada por el Ministerio de Comercio, que originalmente estaba prevista para completarse el corriente mes, será hasta finales de noviembre y afecta a la Argentina.

Resulta crucial tener en consideración que las compras externas de carne vacuna de China han aumentado, exponencialmente, en los últimos años. Ello ha generado un incremento en la producción agrícola-ganadera de la Argentina, como así también de Brasil y Australia, impulsado por el llamado de los respectivos gobiernos a los agricultores locales a criar más ganado en los países. Sin embargo, esto ha generado una presión creciente sobre las industrias nacionales y precisamente, sobre el agro argentino. En términos domésticos, la desaceleración económica, que ha llevado a los consumidores a reducir sus compras cárnicas, junto a las investigaciones chinas, que a finales del año pasado cuando comenzaron produjeron que las acciones de importantes empacadoras de carne como JBS S.A. y Marfrig Global Food S.A.; impactan, de lleno, en la Argentina, quien, aún, depende exclusivamente del sector agropecuario, a pesar de sus intentos de diversificación, con el sector energético (petróleo, gas) y en menor medida, con el sector minero.
En ese entonces, Pekín indicó que, la investigación de las importaciones de carne vacuna argentina, finalizarán aproximadamente en ocho meses. Sin embargo, con impacto en las acciones de importantes empacadoras de carne, el Gobierno chino anunció la prórroga de estas investigaciones, que no solo afectan a la Argentina, sino también a Brasil y Australia, quienes se encuentran dentro del grupo de países que suministran carne de res a China.

China ya había suspendido importaciones de carne vacuna
Cabe recordar que, en el mes de marzo, las autoridades aduaneras de China ya habían suspendido importaciones de carne vacuna por parte de algunas empresas cárnicas de la Argentina y Brasil, quienes son sus dos principales proveedores en la materia, como resultado de la sobreoferta y las pérdidas económicas para los ganaderos locales. Sin embargo, el organismo aduanero chino no dio ninguna razón oficial para las suspensiones de las importaciones cárnicas, que en Argentina afectaron a Frigorífico Regional General Las Heras S.A. y Frio Dock S.A.
Si bien la medida, había aplicado solo a una pequeña proporción de los envíos de los países sudamericanos, no dejó de despertar preocupación en la periferia americana, teniendo en consideración que China ha estado demostrando cierta resistencia en mejorar los valores que pagan por sus compras, en un contexto creciente de importaciones de carne vacuna.
En este sentido, resulta pertinente encuadrar el inicio de la investigación, impulsada por el Ministerio de Comercio de China, sobre el aumento de las importaciones de carne vacuna entre 2019 y el primer trimestre de 2024, y ahora la prórroga de la pesquisa. De acuerdo a la información disponible, la investigación se habría iniciado, dado que China tiene su mercado con excedente de oferta cárnica, lo que produjo que los precios locales de la carne de res alcanzaran mínimos históricos. Los precios han caído, de hecho, en su nivel más bajo en los últimos 5 años, mientras que el valor del ganado en pies es el menor en la última década.

En este sentido, el sector ganadero chino ha estado quejándose, al aducir “un fuerte aumento de los volúmenes de importación durante el período en cuestión, que ha dañado gravemente a la industria nacional de China”. Los productores locales se quejan, precisamente, de que los ingresos de carne vacuna extranjera en 2023 fueron casi un 65% más altos que en 2019. Si bien no se puede afirmar que la suspensión de las importaciones sudamericanas cárnicas estén asociadas a esta investigación y a la necesidad de recortar los precios pagados a la importación, los indicios parecieran indicar más bien lo contrario.
El impacto para los proveedores y para la Argentina
Teniendo en consideración que, tan solo en 2024, China importó un récord de 2,87 millones de toneladas de carne vacuna, es posible determinar que el aumento de las importaciones cárnicas incrementa el riesgo de que el país asiático adopte medidas comerciales con impacto directo en sus principales proveedores, dentro de los cuales se encuentra, sin lugar a dudas, la República Argentina.
Incluso, se especula que se podría ejecutar una medida de salvaguarda que podría durar hasta cuatro años para proteger a la industria nacional. A día de hoy, oficialmente, las importaciones de los productos bajo pesquisa representan el 30,9% del mercado chino. El Gobierno de Xi Jinping, por su parte, busca proteger la industria local y los precios de los productos cárnicos en el mercado interno, ante el excedente de la oferta extranjera. La Argentina, junto a Brasil y Australia, sería de los proveedores más afectados por las medidas de salvaguarda, los recargos a las ventas y las posibles suspensiones de las importaciones chinas.

Resulta menester resaltar, además, que todo esto ocurre en medio de la guerra arancelaria, impulsada por Estados Unidos, con el aumento de los aranceles y los gravámenes que determinó el Presidente Donald Trump. Este contexto comercial, afectaría no solo a China, que en el marco de la disputa, tiene uno de los aranceles más elevados; sino también a los países agroexportadores, como Argentina y Brasil. De hecho, cabe recordar, que hace tan solo unos meses atrás cuando Donald Trump anunció el aumento arancelario, la Argentina quedó encrucijada y relegada en medio de la disputa entre Estados Unidos y China. Todo este contexto, podría generar importantes consecuencias en el mercado cárnico global, afectando, principalmente a los países exportadores, pero así también a los consumidores y a la industria alimentaria.
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