En el reciente índice del MSCI, un ponderador estadounidense de fondos de capital inversión, deuda, índices de mercados de valores y otros medidores, Argentina tenía la esperanza de cambiar su categoría internacional y dejar de ser un mercado “emergente”. Recientemente, la empresa publicó las calificaciones de los países clasificados como Mercado Desarrollado, Emergente, Frontera e Independiente.
A pesar de ciertos avances recientes, persisten obstáculos estructurales para la Argentina. Según los expertos, principalmente el cepo cambiario, que continúa condicionando la mirada de los inversores institucionales. Las expectativas son pocas, puntualmente porque existen “razones técnicas” y “motivos más profundos” por las que el país no logrará cambiar su categoría.
Para el analista Sebastián Maril, en las nuevas calificaciones del MSCI 2025 para Argentina no se mejoró en nada. Sin embargo, el próximo martes se anunciará si el MSCI incluye a Argentina en la lista de países que considerará a lo largo del 2025 para reclasificarse de “Independiente” o Standalone a “Frontera” en 2026.
Los “muros” de la Argentina
Entre las principales objeciones se destaca la persistencia de restricciones al flujo de capitales. Si bien el Banco Central flexibilizó algunas medidas en abril, la repatriación de dividendos sigue limitada para muchos fondos institucionales.
Además, la ausencia de un mercado cambiario offshore robusto, sumada a las restricciones sobre el mercado onshore, generan desconfianza entre los operadores globales. Desde MSCI fueron tajantes: “Varias restricciones aún persisten y generan inquietudes sobre la repatriación”.
Qué necesita la Argentina para posicionarse como potencia
Según el reciente análisis de Juan Ignacio Máscolo para Escenario Mundial, Argentina debe apoyarse en varios “pilares fundamentales” para alcanzar su potencial latente y erigirse como potencia regional (e incluso mundial en algunos rubros). En principio, solidificar la estabilidad institucional. “Es imprescindible fortalecer la Justicia, la división de poderes y los órganos de control, de modo que la corrupción deje de ser el ‘costo de hacer negocios’”, además de llevar a cabo reformas estructurales que hagan más fácil producir y exportar desde Argentina.
Máscolo destaca la necesidad de modernizar la legislación laboral, reducir la carga impositiva y estabilizar las reglas económicas. “Solo así las empresas locales podrán crecer, atraer capital extranjero y generar empleo de calidad”, subraya.
Según el análisis, Argentina debe concentrarse en “sectores donde posee ventajas naturales o adquiridas”, como inversiones en infraestructura logística, incentivos a la innovación tecnológica y una inserción internacional agresiva. Se torna crucial “mantener la disciplina fiscal” y sostener una política monetaria independiente y responsable son requisitos para que la inflación baje.
Te puede interesar: A través de nuevos decretos, el Gobierno Nacional continúa con las desregulaciones
