En el día de ayer, Argentina firmó y confirmó la compra para adquisición de cazas F-16A/B MLU Fighting Falcon para la Fuerza Aérea del país. La ceremonia se realizó en Dinamarca, país que actualmente posee y opera cazas F-16 en su Fuerza Aérea, con la presencia de autoridades nacionales y militares.
Este hito en donde Argentina comprará un total de 24 aeronaves, es parte del proceso de recuperación de capacidades aéreas y modernización de la Fuerzas Aérea Argentina, que implicó el análisis exhaustivo por varios años de una terna de opciones, entre las cuales quedó seleccionados los F-16 Fighting Falcon.
El camino recorrido hasta el día de ayer implicó a su vez el pedido, y la posterior autorización de transferencia del gobierno de Estados Unidos, dada gracias a la estrecha coordinación y promoción de los F-16 de fabricación estadounidense.
Con esta incorporación, la incorporación fue celebrada por varios funcionarios del gobierno estadounidense, cómo Brian A. Nichols, actual Secretario para las relaciones del Hemisferio occidental, quien le dio a la Argentina la bienvenida al club de aquellos países que operan los F-16 Fighting Falcon.
En ese sentido, el mandatario, subrayó en la red social X que la Argentina ha dado un importante paso en el objetivo de modernizar las capacidades aéreas, pero, por sobre todo, por reforzar las relaciones con la OTAN y los Estados Unidos.
Esto último va de la mano con las especulaciones que llegaron a divulgarse la semana anterior, en donde diversas fuentes señalaron que el país que la comitiva que se encuentra en Dinamarca visitará el Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa (SHAPE) de la OTAN en Bélgica. La idea de esta visita es que Argentina sea vista como un socio más comprometido con las iniciativas de defensa de la Alianza Atlántica, a pesar de no formar parte de su estructura formal.
Según fuentes confirmadas, la Argentina, si bien no forma parte formal de la estructura de la OTAN, será instada a tener un perfil más activo frente a los principales rivales de la Alianza Atlántica, como Rusia y China, así como también Irán en la región.
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